Ecologistas en Acción considera un verdadero esperpento la escenificación protagonizada por el máximo representante del Gobierno Regional, Ramón Luís Valcárcel, y por los órganos de representación del sector económico y empresarial más casposo y reaccionario de esta región.

Consideran que este teatro es un claro síntoma del final de un gobierno nefasto, que no sólo ha cometido un error garrafal tras otro, sino que es incapaz de aprender de los errores y de plantear un cambio de rumbo. Por ello consideran que Valcárcel debe dimitir cuanto antes, y dejar paso a personas más dinámicas y con amplitud de miras, que se desprendan del pasado para mirar al futuro.

Miembros de la asociación ambientalista confiesan que no les sorprende demasiado esta reunión y su resultado, ya que al fin y al cabo aquello de adaptar la ley a las expectativas de negocio, y no al revés, es algo que llevan haciendo tanto el Gobierno Regional como ese sector reaccionario del empresariado regional que ayer estaba representado en San Esteban.

De hecho, tanto el Gobierno Regional como algunas de las empresas allí representadas llevan incumpliendo la legislación ambiental a su antojo, y en perfecta connivencia.

El Gobierno de Valcárcel lleva más de tres lustros contentando a los mismos que ayer se reunieron con él, evitando, retrasando y no aplicando la mayoría de las figuras de planificación ambiental en la Región de Murcia. Lo cual sólo ha sido posible incumpliendo las leyes y normas ambientales desde la misma administración que debería velar por su cumplimiento.

Al mismo tiempo, son muchas las empresas en la Región de Murcia que incumplen la legislación ambiental sin mayores consecuencias, o siendo éstas mínimas y prácticamente para cubrir expediente tras una tramitación dilatada. Incluso algunas reciben resoluciones judiciales que las administraciones públicas no llegan a ejecutar o lo retrasan todo lo que pueden.

Ambos aspectos muestran lo “influenciable” de este Gobierno Regional por parte de un sector empresarial que no es precisamente la mejor representación del cambio, la innovación y la adaptación a la modernidad y a los nuevos tiempos. El sector empresarial que “manda” en esta región es aquel que sigue viendo el medio ambiente como un problema, y las leyes y normas un impedimento a sus caprichosos y especulativos proyectos, cuyas ganancias son siempre privadas y concentradas en pocas manos, mientras que sus fracasos acaban muchas veces convertidos en deuda pública regional que acabamos sufriendo los ciudadanos en forma de recortes de derechos y de servicios públicos, de subida de impuestos, de pérdida de recursos y oportunidades, de ausencia de iniciativas e incentivos públicos, y en definitiva de un enorme lastre que limita cada vez más las posibilidades de futuro de la Región de Murcia.

Además, esta asociación recuerda dos aspectos muy importantes en el asunto de los Planes de Gestión de los espacios de la Red Natura 2000:

1.- La ruina de la Región de Murcia y su falta de expectativas de futuro no son precisamente fruto de una política ambiental proteccionista por parte del Gobierno Regional, por mucho que algunos traten de desviar la atención con juegos de prestidigitador.

Llevamos tres lustros en los cuales el medio ambiente no ha sido impedimento prácticamente para nada, y casi siempre ha primado el interés económico de unos pocos frente a cualquier valor ambiental, cultural o social.

El empeño en enladrillar la Región de Murcia a toda costa, los avales a proyectos especulativos descabellados e injustificados, la apuesta por sectores muy impactantes al tiempo que no se ha apostado por sectores innovadores y de futuro, etc. En definitiva, el mal Gobierno, es lo que de verdad ha hundido la Región de Murcia.

2.- Los retrasos e incumplimientos de las normas europeas nos cuestan dinero, público.

Hasta ahora, los incumplimientos de legislación ambiental del actual Gobierno Regional eran de legislación autonómica y estatal, y en general sin mayores consecuencias. Pero los planes de gestión de los espacios de la Red Natura 2000 son una exigencia de la Unión Europea, y su incumplimiento acarrea sanciones económicas al Estado Español.

Además, al contrario de lo que ha sucedido en la Comunidad Autónoma, donde generalmente no ocurría nada cuando las “normas escritas” no eran ejecutadas en el terreno, en el caso de estos Planes de Gestión lo más importante es que lo que se apruebe se cumpla, es decir, que se verificará que se cumplen los planes tal y como han sido aprobados, pudiendo generar sanciones económicas los incumplimientos que se cometan.

Todo esto significa que, además de ser bueno un cambio de rumbo, la no aceptación del cambio, con ánimo de favorecer los intereses privados y espurios de un sector empresarial reaccionario, nos puede acarrear sanciones millonarias, que pagaremos de nuevo con un dinero público que sale del bolsillo de la ciudadanía, a la cual esta contribución le supone cada vez un mayor sacrificio.

Por todo ello, Ecologistas en Acción ha solicitado al Gobierno Regional que cambie de rumbo, y que si Valcárcel no quiere o no sabe liderar este cambio, que dimita y ceda el timón a alguien capaz de actuar por el interés de la ciudadanía.

Para terminar han advertido que si queremos salir de este profundo agujero, debemos apoyarnos en sectores empresariales más innovadores y adaptativos, que sepan reconocer y apostar por las oportunidades del cambio de modelo, y que aporten de manera positiva al desarrollo de esta región, en vez de restar, inmovilizar y encadenarnos al pasado.