Como ya anunció en su día, Ramón Luís Valcárcel deja su cargo como presidente de la Región de Murcia, después de más de 18 años de gobierno. Pero también nos ha legado una situación lamentable para esta Comunidad: número 1 en el incumplimiento de objetivo de déficit, cara a Europa, junto con el título de comunidad menos transparente y la valoración de nuestros productos financieros como bono basura. Realmente, todo ello no constituye una buena herencia ni para su sucesor, tocado por el "dedo divino" ni para la sociedad murciana.
Un aeropuerto vacío, la autopista de Vera rescatada, una desaladora ruinosa, …; mucho me temo pero serán los hijos de nuestros hijos los que terminarán de pagar la factura. Cuando estas grandes obras faraónicas se quedan sin pagar se está hipotecando la capacidad de decisión de las generaciones venideras, al mismo tiempo que convierte a su autor en un "iluminado" que, elegido para gobernar nuestro destino político ya más de 18 años, va a prolongar su presencia entre los murcianos durante generaciones.
Créame, Sr. Valcárcel, que, aunque me hubiera gustado evitarlo, se ha hecho inolvidable para todos nosotros. Pero, sinceramente, no logro saber hasta qué punto hemos marcado un hito en la historia de España. Ha quedado patente que, en el terreno económico, somos la Comunidad con mayor déficit de España; y en el ámbito político, la más opaca.
No sé; el futuro lo dirá. Pero creo que el rescate bancario murciano, las aportaciones extraordinarias del FLA y los activos del FROB en Murcia van a ligar la Región a la historia negra de España. Estos hechos se sumarán a otros tantos que han logrado avergonzar a nuestros compatriotas y que, desgraciadamente, también afectan a la imagen de todos los murcianos en el resto de España.
Por todo ello, creo que puedo decir, sinceramente, que su marcha es una buena decisión para Murcia. Más vale tarde que nunca.
