“Espero que cada día de mi vida pueda configurarme a imagen de Jesús Buen Pastor”

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D. Eduardo Sabater, diácono que se ordenará sacerdote este próximo sábado

A tan sólo tres días de ser ordenado sacerdote, D. Eduardo Sabater Jiménez asegura estar viviendo estos días con mucha paz, “estoy concienciándome del sí que voy a dar, vivo estos días con ansia y con ardor”. El próximo sábado será ordenado presbítero por el Obispo de Cartagena, en la parroquia de San Francisco de Asís de Murcia, que es también la capilla del colegio de Capuchinos, en el que estudió desde prescolar hasta segundo de Bachiller, “fue allí donde descubrí la fe, yendo a misa los domingos”.

Para Eduardo no fue fácil responder a la llamada de Dios porque creía que no recibiría el apoyo de su familia y amigos, “tenía que dejar la carrera, estaba estudiando primero de Psicología, y mi ambiente era de gente no practicante”. Pero una vez que tomó la decisión y entró en el seminario todo fue sencillo, “fue fácil adaptarme al ritmo del seminario y a la oración, lo más complicado fueron esos meses de agosto y septiembre antes de entrar al seminario”.

Durante los seis años que ha pasado formándose en el Seminario Mayor de San Fulgencio asegura que los seminaristas han sido su gran apoyo, “me han ayudado a forjarme, han aportado su grano de arena al sacerdote que seré a partir del sábado, han sido instrumento, he sentido profundamente su apoyo”. Y entre ellos, de una manera especial, los compañeros de su curso, Pedro y Antonio, “hemos sido apoyo unos para otros, hemos rezado por el otro y hay una unión muy estrecha entre los tres”.

En su paso por el seminario ha participado en diferentes pastorales, en primer curso fue monitor del Seminario Menor de San José, “fue una tarea difícil pero éramos un buen equipo, cuatro seminaristas y un formador, fue un tiempo que me ayudó a potenciar la paciencia y la escucha”. También ha sido monitor del preseminario, acompañando a los jóvenes que hoy están en 2º y 3º, “fue una gran responsabilidad eran los jóvenes que estaban a un paso de entrar en el seminario, fue un tiempo de entrega”.

En segundo curso trabajó con las Misioneras de la Caridad que realizan su labor con mujeres y familias en exclusión social, “en ese año aprendí a despegarme de muchas cosas, porque las cuatro horas que estaba con ellas eran sólo para el Señor, fue una experiencia que me marcó y ayudó muchísimo, el ver cómo las mujeres a las que ayudan llegaban tristes y después de un tiempo las veía alegres. Estas religiosas han sido un ejemplo para mí, siempre van de dos en dos rezando el rosario, las admiro”.

Eduardo ha desarrollado también su pastoral en tres parroquias de la Diócesis: San Juan Bautista de Beniaján, el Corpus Christi – La Purísima de Archena y San Fulgencio de Cartagena. En Beniaján descubrió la vida de parroquia, ya que asegura que no tenía experiencia de vida parroquial hasta que llegó allí, “sólo iba los viernes por la tarde, pero me ayudaron mucho, sobre todo la catequesis con los jóvenes”. En quinto curso desarrolló su pastoral en Archena, allí descubrió que “la necesidad de la comunidad te obliga a formarte, porque cada vez pedían más, demandaban más de mi”. El diaconado lo ha realizado en la parroquia de San Fulgencio de Cartagena, “estos meses de diaconado me han hecho crecer mucho, me han enseñado la experiencia del futuro sacerdote”.

Los años de formación en el seminario le han ayudado a crecer como persona y a madurar su fe y su vocación, “el seminario enseña disposición y entrega completa. No eres tú, representas a la Iglesia, aprendes a hacerte humilde, pequeño. Jesús nos pide que apacentemos sus ovejas, las de Jesús, no las mías. Hay que imitarlo al máximo”.

Atrás quedan los días de incertidumbre, de miedo, y por delante se presenta el tiempo de hacer realidad la vocación a la que ha sido llamado y que le ha cambiado la vida, “he cambiado mucho, yo no era consciente pero cuando la gente que me conoce desde siempre me lo dice veo cómo el Señor hace milagros”.

Este próximo sábado, a las 11:00 horas, será ordenado sacerdote en la parroquia de San Francisco de Asís de Murcia, y en la misma parroquia el domingo, a las 12:00 horas, celebrará su primera Eucaristía. “Para mí es un momento de gran importancia, porque el Señor, en su gran misericordia, me va a regalar el don del sacerdocio, para poder servirle a Él y a su esposa la Iglesia. Espero que cada día de mi vida pueda configurarme a imagen de Jesús Buen Pastor” y así poder responder siempre como lo hizo Tomás al ver a Jesús resucitado: “Señor mío y Dios mío”.

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