Jornada especial la que se vivirá mañana miércoles por las calles del centro histórico de Cartagena y es que La Mar de Músicas celebra sus 20 años con los conciertos gratuitos de Goran Bregovic, Bongo Botrako, Pional, Maria Rodés, Oy, Marinah (Cantante de Ojos de Brujo) junto a sus Argonautas y los senegaleses Djilandiang. Desde las 19:00 h. hasta bien entrada la madrugada. Repsol patrocina esta jornada festiva.

El músico serbio Goran Bregovic sigue con su particular odisea balcánica recuperando, junto a su inseparable Orquesta de Bodas y Funerales, la música de los gitanos. Sus dos últimos discos, "Alkohol" y "Champagne For Gypsies", hacen especial hincapié en su carácter festivo, intrínsecamente unido a la celebración. Y aunque los títulos mencionen la bebida como algo indisoluble a la fiesta, es el propio autor quien especifica que su música es igualmente apta para los abstemios. Es algo que debe de tener muy claro quien haya podido asistir a alguna de sus visitas anteriores. Y es que, parafraseando el título de uno de sus temas más trepidantes, "Gas, gas", el motor de su máquina de ritmo funciona siempre con el acelerador a fondo. Desde que debutó por todo lo alto con la banda sonora de la película "El tiempo de los gitanos" de Emir Kusturica, el compositor serbio se ha convertido en un icono. Los mejores auditorios de todo el mundo han sido testigos de sus explosivas actuaciones. Es un potente destilado en el que sintetiza y amalgama las diferentes formas folklóricas del este de Europa. Así, en su orquesta hay voces búlgaras, fanfarria de metales y el indispensable bombo, todos unidos para reflejar lo mejor de los sonidos tradicionales bajo el electrizante prisma que impone el director con su guitarra y sus arreglos.

El mestizaje es su seña de identidad y toda la música que hacen se resume en una sola palabra: ritmo. Los tarraconenses Bongo Botrako hicieron bailar a todo el país gracias a su canción "Todos los días sale el sol", que significó su carta de presentación al gran público a pesar de que ellos ya hacía tiempo que se peleaban con sus composiciones. Lo hacían también en la calle, de donde salen muchos de sus temas y donde aprendieron algunas de las lecciones vitales que ahora les acompañan. Vienen a La Mar de Músicas a presentar su segundo disco "Revoltosa", lleno del buen rollo y bailoteos desde el primer momento. Es imposible no contagiarse con esos ritmos y esas letras que rebosan simpatía y carácter social a partes iguales. En este caso la protesta no esta reñida con la fiesta y la alegría. Celebrar que estamos vivos y que estamos aquí para aprender, compartir y mejorar en cada paso que damos también es importante. Punk Parranda como lo han bautizado algunos (siendo el título de uno de los cortes del segundo disco), no deja de ser una revisión de lo que popularmente otros llaman pachanga, pero pachanga de la buena, la que define la wikipedia como sinónimo de fiesta, y además fiesta con calidad como la que ofrecen los Bongo.

Está claro que la escena electrónica española pasa por un buen momento. Y un ejemplo perfecto de ello es la evolución de este madrileño de nombre Miguel Barros, aka Pional. Compañero inseparable de un tótem como John Talabot (le acompaña en sus directos y le ayudó en la producción de "Fin" (Permanent Vacation, 2012)), Pional también tiene una carrera en solitario cada vez más deslumbrante y prometedora. Tras su aclamado single "A Moot Point", lanzado en 2010 y aclamada como una de las canciones electrónicas del año por parte de la crítica internacional, Pional no ha parado quieto remixeando a gente como The XX, Delorean o The Rapture mientras proseguía lanzado singles al mercado como "We Have Been Waiting For You" o "Last House On The Left". A caballo entre el house, la música disco y la electrónica orgánica, el madrileño acaba de estrenarse en Young Turks con el EP "Invisible/Amenaza".Será el encargado de poner punto y final al día en el que celebramos los "20 años" del festival.

Máscaras de la buena suerte, danzas que invocan la lluvia, tambores que hablan, canciones que nos cuentan historias de respeto, paz y tolerancia¡K Todo esto y más en un concierto que nos trae la energía del África más auténtica. Los maestros de ceremonias son los miembros del grupo Djilandiang. Algunos de ellos son griots, los encargados de transmitir la tradición oral en su país, Senegal. Para hacerlo, disponen de gran cantidad de instrumentos y de canciones y danzas que nos hablan de su vida y sus tradiciones. Nosotros sólo hemos de dejarnos llevar por el ritmo y participar de la gran fiesta que se abre a todos nuestros sentidos.

Oy es el alias artístico de Joy Frempong, una ghanesa-suiza, y que junto a Lleluja-ha, batería y productor, han formado esta banda llena de melodías pegajosas, letras repletas de historias coloristas y proverbios, en una amalgama única compuesta por sonidos electrónicos de inspiración africana, aderezada con una curiosa mezcla estilística, e intensa como un paseo a mediodía por un mercado africano.

Pocos músicos han vivido lo que Marina Abad ha vivido durante 13 años como cantante de Ojos de Brujo, el grupo catalán con más éxito en ultramar: giras por los cinco continentes; reconocimientos como los Grammy latinos o los BBC Awards; conciertos en espacios como la Plaza del Zócalo de México DF o el Central Park de Nueva York, y lo más emocionante para ella, leer como Tom Waits cita un disco tuyo como disco de cabecera. Después de haber llevado por todo el mundo el sonido de la Barcelona del mestizaje, la ahora llamada Marinah estrena un proyecto tan multidisciplinar como era de esperar: El baile de las horas.

Autora de sus propios temas, María Rodés decide hacer un descanso en su etapa creadora para versionar aquellas canciones que la enamoran. Para ello, da la mano a la nostalgia de la copla y consigue hacerla suya despojándola del efectismo flamenco, acercándola a su mundo onírico y delicado. Toda una experiencia en "Maria, Canta Copla", donde la catalana hace suyos temas como "Tengo miedo", "El día que nací yo", "Ay pena, penita, pena", "Tatuaje" y "Tres puñales". Nos encontramos ante una nueva colección de canciones de María Rodés que, a pesar de haber sido escritas por otros mucho antes de que ella, las ha hecho suyas para siempre. Sin lírica ni aflamencada, sin vibrato ni bata de cola.