En el ámbito de la campaña "En defensa del Sector Forestal", una delegación de FITAG-UGT encabezada por el secretario sectorial, Antonio Gómez, ha visitado en estos días a los resineros de la comarca de Coca (Segovia) para captar de primera mano la realidad de un sector que ha estado a punto de desaparecer ante la indiferencia de las Administraciones autonómicas y los ayuntamientos. La delegación se reunió con el presidente de la cooperativa de resina de Coca, Pedro Bermejo, y con el consejero delegado y portavoz de la Mesa de la Resina, Alejandro Rogero.
Nuestra Federación siempre ha reivindicado la recuperación de la industria resinera por su significativa importancia en el medio rural como generadora de empleo y activadora de las economías rurales. La resina emplea actualmente en nuestro país a unos 1.200 trabajadores. Desde FITAG-UGT estimamos que con el apoyo de las distintas Administraciones se podrían crear otros 2.000 puestos de trabajo. Actualmente nuestro país tiene que recurrir a la importación para cubrir la demanda, pues apenas llegamos a producir el 10% de la resina que necesita nuestra industria. Por ello, la industria resinera podría convertirse en una importante fuente de empleo para el medio rural de nuestro país.
Empujadas por la crisis, algunas comarcas han vuelto a la resinación, y mucha gente ha accedido a esta industria huyendo del paro, pero la falta de formación acarrea el riesgo de que los pinos resineros, y por tanto la producción se resientan.
España cuenta con muchos montes de utilidad pública con pinares de resinación susceptibles de una gestión sostenible. Por ello, desde FITAG-UGT reclamamos un esfuerzo a las Administraciones locales para impulsar la industria resinera, mediante planes estratégicos, el desarrollo de estudios, la potenciación de planes de formación para personas y empresas, etc.
Al tratarse de una actividad que sólo se desarrolla entre los meses de marzo y octubre, y con el objetivo de asentar población rural y generar riqueza en ese medio, reivindicamos a las Administraciones que cubran los tiempos muertos de la industria resinera adjudicando a esos trabajadores las tareas de limpieza y poda de los pinares. Así, aparte de prevenir incendios forestales, garantizarían la producción de resina una vez iniciado el proceso, pues los pinos que no se podan a tiempo son difícilmente resinables.
Desde nuestra Federación apostamos decididamente por la industria resinera, pues su recuperación colaboraría decididamente a asentar la población en los pueblos y a generar empleo y riqueza en el medio rural.
