El viceportavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Francisco J. Oñate lamentó que la Ley de Transparencia, para la calidad y la regeneración democrática, no haya podido ser una ley apoyada por todos los partidos, al no haber conseguido alcanzar el consenso, "debido a que el Partido Popular se ha mostrado incapaz de mirar de frente a la corrupción".
Esta mañana ha tenido lugar el debate y votación del dictamen de la Comisión de Asuntos Generales e Institucionales y de la Unión Europea sobre la proposición de ley de Transparencia y participación ciudadana de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Oñate reconoció que en todo el proceso de debate se han producido algunos avances, "pero es una pena que el PP tenga el problema que tiene con la corrupción, que es lo que nos ha separado". En este sentido, puntualizó que uno de los principales obstáculos ha sido "el tratamiento que el PP ha dado a aquellos políticos que están imputados y que el PSOE considera deberían defenderse fuera de las instituciones, algo que el PP no acepta".
Otro impedimento para votar esta Ley ha sido "que no se ha puesto luz en aquellos nichos en los que durante los últimos años ha anidado la corrupción". El Partido Socialista reclamaba que los procesos de contratación, los procesos de tramitación urbanística y los procesos de tramitación de licencias medioambientales pudieran ser observados en toda su tramitación, con el objetivo de no tener que aplicar medidas cuando ya todo se ha hecho mal y tener la oportunidad de corregir durante el proceso. "El PP tampoco ha querido tener en cuenta este requerimiento, probablemente, condicionado por tantos alcaldes y consejeros imputados, un problema al que alguna vez tendrá que mirar de frente y corregirlo, porque si no lo hacen ellos, se lo impondrán los ciudadanos".
Otra cuestión en la que el PSOE ha discrepado de manera abierta con el Partido Popular ha sido "en que hubiera la necesaria revolución cultural para adaptar unos estándares de calidad democrática, acordes con el siglo XXI". Este punto guarda relación con la composición del Consejo de Transparencia, que para los socialistas debería ser un órgano independiente, con una presidencia independiente, pero no ocurre así y es el partido en mayoría quien lo controla.
Además, tampoco han prosperado otras propuestas socialistas relativas a la transparencia en la publicidad institucional, utilizada muchas veces de manera partidista; el PP tampoco ha querido comprometerse a una modificación de la Ley de RTRM, para que existan Consejos de Informativos que garanticen la información objetiva de un medio público; se han negado a modificar el reglamento de la Asamblea, y además, el PSOE ha mostrado su desacuerdo en el apartado de participación, ya que se crea un censo de entidades ciudadanas a las que después no se les permite, como ocurre en otras CCAA, que haya un Consejo para que de manera colectiva puedan trasladar a la Administración sus peticiones.
Francisco J. Oñate agregó que "concluye así un proceso que ha durado casi dos años de trabajo, desde que el PSRM presentó su Proposición de Ley de Transparencia, que el PP ha ido hibernando y que a última hora y por el cambio de valores sociales, reclamando mayor transparencia, les ha hecho reaccionar aunque de manera inadecuada".
