La Dirección General de Consumo, Comercio y Artesanía ofrece una serie de recomendaciones sobre las compras que se efectúen durante la temporada de rebajas. La directora general de Consumo, Ana Cobarro, destacó que con las rebajas "se reduce el precio de los artículos, no su calidad", que los productos que se ponen a la venta "deben ser de temporada" y que los consumidores tienen los mismos derechos y obligaciones que durante todo el año.

Ana Cobarro consideró importante trasladar a los consumidores de la Región "algunas fórmulas para reducir costes a través de un consumo responsable, ya que los gastos del hogar se llevan una gran parte de los ingresos, y más en época de vacaciones y de rebajas", al tiempo que recordó que "la duración de las rebajas la decide libremente cada comerciante".

La responsable regional de Consumo insistió en que "los productos rebajados tendrán que haber estado a la venta con anterioridad y durante el plazo mínimo de un mes en la oferta habitual del comercio". Añadió que "deberán estar en perfectas condiciones, no ser defectuosos ni estar fabricados expresamente para estas ventas". Asimismo, "se deben rechazar los artículos que no reúnan las debidas condiciones sanitarias y de seguridad".

La directora añadió que "en los artículos deben figurar tanto el precio de origen como el rebajado o el porcentaje aplicable. En caso de segundas o sucesivas rebajas, deberán marcarse los artículos con el precio original, el precio de la primera rebaja y los precios de las sucesivas rebajas".

También recordó que "es necesario conservar la factura de compra como garantía de una posible devolución o queja, así como exigir, igualmente, el periodo de garantía". Además, si un establecimiento admite devoluciones durante toda la temporada, también habrá de hacerlo en época de rebajas, de lo contrario, deberá advertirlo explícitamente.

Hojas de reclamaciones

En este sentido, Cobarro recomendó "que se soliciten las hojas de reclamaciones cuando no se esté conforme con el servicio prestado, dado que los establecimientos tienen la obligación de anunciarlas y de tenerlas a disposición de los consumidores y usuarios".

"Es aconsejable recuperar la práctica de pagar en efectivo, sacando del cajero o banco cantidades concretas de dinero. Así, tendremos una idea más precisa y real de lo que estamos gastando. Pagar con tarjetas de crédito o débito es cómodo, pero puede suponer sorpresas desagradables en el momento de su pago", recomendó Ana Cobarro. Los establecimientos que admiten el pago con tarjetas de crédito durante el resto del año están obligados a hacerlo también en época de rebajas sin recargo alguno.

Además, durante el periodo de rebajas debe haber existencias suficientes. "Si éstas quedan limitadas al agotamiento de los artículos, el comerciante habrá de informar claramente sobre el número total de unidades objeto de la actividad", apuntó la responsable de Consumo, quien añadió que el etiquetado debe ser "correcto y legible en castellano". En caso de ropa, "la etiqueta debe incluir instrucciones de lavado y planchado e informar de los materiales de confección y de los datos de la empresa fabricante".

"Se pueden aprovechar las rebajas para renovar, si hace falta, los electrodomésticos, mediante la adquisición de los de eficiencia energética de clase A. Con estos equipos se puede ahorrar hasta un 70 por ciento", aconsejó Cobarro.

Añadió que "se deben comprar los productos que se necesiten, no es rentable adquirir artículos que no se necesitan solo porque estén rebajados", y aconsejó "comprar en establecimientos que estén adheridos a la Junta Arbitral de Consumo, ya que ofrece mayores garantías".

Finalmente, la directora de Consumo aconsejó "tener cuidado con los créditos rápidos, que pueden llegar a ser el doble o triple de caros que los tradicionales".