La estacionalidad del sector turístico es un problema secular de la economía española en el que todos los analistas coinciden en señalar como la principal deficiencia del sector.
En la última década se ha reconocido oficialmente que la estacionalidad ha crecido de forma importante. Así, el Instituto de Estudios Turísticos (IET) del Ministerio de Industria, Energía y Tu rismo, advirtió ya en un balance anual de 2011, que "en conjunto el turismo con destino España no parece que esté oscilan do hacia menores cotas de estacionalidad". Así, el índice de estacionalidad turística se ha acentuado en los últimos diez años.
La crisis ha influido en la acentuación de la estacionalidad, de hecho según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) calcula que en torno al 40% de los hoteles españoles ha venido permaneciendo cerrado durante la temporada de invierno (el record se batió en la temporada 2012-2013). Los recortes en el gasto público han afectado también al turismo de invierno, al disminuir drásticamente la inversión pública en el denominado "turismo social, por ejemplo, los viajes del IMSERSO. En definitiva, el problema de la estacionalidad, se ha agravado en los últimos años al haberse expandido en duración y destinos, lo que se traduce en temporadas más cortas y menos empleo. El repunte de la estacionalidad amenaza ahora la rentabilidad económica y social del turismo.
En el caso de la Región de Murcia, los resultados de la última encuesta de Familitur del INE demuestran el fracaso estrepitoso de la política turística regional. Según la última encuesta de Familitur del INE, la Región alcanza un año más el penúltimo puesto de la lista de destinos elegidos por los españoles durante el primer trimestre del año, con un porcentaje del 1,4% del total de visitas. Estos datos evidencian la acusada estacionalidad del modelo turístico murciano que se ha basado casi en exclusividad en la segunda residencia. Las escasas 20.000 plazas hoteleras existentes en la Región de Murcia, y su elevado porcentaje de cierre de hoteles durante la temporada de invierno, hablan también del problema de la estacionalidad.
Según Andrés Pedreño, diputado regional de Podemos, "en torno a la cuestión de la estacionalidad del sector turístico se dirimen problemas cruciales de sostenibilidad económica, social y medioambiental para esta Región". Por ello, desde el Grupo Parlamentario de Podemos se ha presentado una Moción en la Asamblea Regional para que la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia se dote de un Plan Estratégico de Lucha contra la Estacionalidad Turística. Debe ser un plan debatido seriamente en la Asamblea Regional y debe contar con la participación de todas las fuerzas sociales y económicas (sindicatos, asociales empresariales, colegios profesionales, grupos ecologistas y otras asociaciones de la sociedad civil).
Para Pedreño, "desde hace años, consejero tras consejero, se ha asegurado que se luchaba contra la estacionalidad turística, pero en vista de los resultados, se ha hecho bien poco y la crisis ha venido a agravar el problema". Por ello, se requiere de forma urgente de un Plan Estratégico de Lucha Contra la Estacionalidad Turística que posibilite 1°) Sostenibilidad económica: incremento de la productividad y competitividad; 2°) Sostenibilidad social: empleo estable y digno, profesionalización, reparto social de la riqueza y 3°) Sostenibilidad medioambiental: protección del litoral y de los paisajes.
En este Plan Estratégico se deberá incidir sobre la demanda con estrategias de desconcentración estacional de los flujos turísticos (mercado nacional) y captación de nuevos flujos turísticos en temporada baja.
También se deberá incidir sobre la oferta con estrategias de orientación a segmentos emergentes y a la especialización del producto, diversificación de la oferta de productos turísticos, compromiso con la accesibilidad universal y la sostenibilidad y fomento de los Programas de turismo social a nivel nacional y europeo.
Finalmente, el Plan Estratégico deberá definir una nueva norma de competitividad turística sobre la base de estrategias de aprendizaje, profesionalización y formación para la competitividad; coordinación y cooperación en materia de promoción y comercialización; innovación para combatir la estacionalidad; internacionalización de las empresas turísticas murcianas; implantación de sistemas de calidad; fomento de beneficios económicos y fiscales a las empresas que permanezcan abiertas todo el año; la visualización de la diferencia como factor clave para la competitividad.
