2016, año clave para las infraestructuras pendientes

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La noticia del compromiso del Ministerio de Fomento, la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento de Murcia para que el AVE llegue soterrado a la capital en las condiciones demandadas representa un alivio en la farragosa historia de esta región en materia de infraestructuras. 

En virtud de este acuerdo, a Murcia deberá llegar el tren de Alta Velocidad, sobre una plataforma provisional, en los próximos meses mientras se ejecutan las obras de soterramiento integral, que estarían terminadas no antes de 2020. Siempre y cuando no haya demoras o incumplimientos, como ha sido habitual. 

Cuando llegue ese día podremos decir que se está empezando a cumplir con esta región, pues no será así hasta que la Alta Velocidad llegue a Cartagena en el plazo anunciado y continúe hasta Lorca. De ahí que la confederación empresarial  mantendrá una actitud de vigilancia y de exigencia para que así sea.  

No obstante, esto solo ha supuesto quitar una de las piedras del camino. Todavía tenemos más que obstaculizan nuestra actividad y el crecimiento en general de nuestra comunidad autónoma. 

Siguiendo con las infraestructuras ferroviarias, velaremos por la ejecución en tiempo y forma de las obras de la variante de Camarillas, tan demandada por los empresarios; sin olvidar que el objetivo final en esta infraestructura es conseguir su desdoblamiento y electrificación total hasta Albacete, por ser nuestra comunicación natural con Madrid para viajeros y mercancías. 

Por otra parte, no podemos permitir que el aeropuerto de Corvera permanezca cerrado por más tiempo. Además del gasto diario que supone tenerlo cerrado, la tramitación se está demorando más de lo necesario y es imperativo que el aeropuerto se abra este mismo año. Estamos perdiendo competitividad y oportunidades respecto a regiones de nuestro entorno y por eso pedimos una vez más a todas las partes en liza que actúen con responsabilidad y más celeridad. 

Con la infraestructura finalizada no hay más solución que su puesta en marcha inmediata y nos consta que el Gobierno regional está trabajando en este sentido, pero hay que insistir en la necesidad de acortar plazos. 

Finalmente, existe máxima preocupación por el déficit hídrico. El cambio climático es una realidad innegable y se está manifestando en temperaturas cada vez más cálidas durante todo el año, incluso ya en pleno invierno, y mínimas precipitaciones. Y ya no es una situación exclusiva de la cuenca del Segura, sino que se hace evidente en otras latitudes. Esto, como es lógico, condiciona la disponibilidad de agua a trasvasar y obliga a explotar al máximo medidas complementarias recogidas en el Decreto de Sequía, y otras que se deberán poner en marcha. Situación que no se resolverá hasta que exista el demandado Plan Hidrológico Nacional. 

A esto hay que sumar la urgente necesidad de que se concluya el Corredor Mediterráneo en los plazos y condiciones previstas inicialmente, de manera que se salve el cuello de botella que se ha producido desde Monforte del Cid hacia Murcia. 

Este corredor tendrá plena razón de ser con la ejecución del proyecto de El Gorguel, que tiene que asumirse como obra de interés nacional y, como tal, defenderse ante las instancias europeas. Se trata de un proyecto que, en opinión de los empresarios de esta región, no cuenta hasta el momento con el impulso necesario desde el Gobierno de España. 

En definitiva, y aun con la buena noticia que supone el acuerdo para el soterramiento integral del AVE en su llegada a Murcia, hay que evitar la complacencia y la relajación, ya que solo estamos en el inicio de la solución de los graves problemas en infraestructuras que tiene la Región de Murcia.

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