Desde las organizaciones feministas, como es la nuestra, trabajamos de forma activa para erradicar la lacra social que suponen los feminicidios, los asesinatos por violencia machista, pero no podremos conseguirlo si desde las instituciones se sigue mirando para otro lado.
El 7 de noviembre del pasado año llenamos las calles de Madrid exigiendo que el terrorismo machista sea considerado una cuestión de estado. Meses después seguimos en la misma situación. Y, evidentemente, si no se toman medidas al respecto, las agresiones se siguen y se seguirán produciendo. En lo que va de año, han sucedido 41 feminicidios (dato aportado por las compañeras de feminicidio.net ). Detrás de esa cifra, que nos avergüenza y que no debería tener cabida en un sistema democrático como es el nuestro, hay personas y familias en las que la huella de la violencia machista ha dejado marca para siempre. Nos preguntamos ¿cuántas familias más tendrán que pasar por este trance para que nuestras autoridades tomen con seriedad la lucha contra las violencias machistas? Necesitamos hechos, no palabras. Necesitamos medidas, no minutos de silencio. Es necesario abordar de forma integral la lucha contra las violencias machistas y es necesario que se haga ya. No podemos esperar más, nos va la vida en ello.
