“Si Dios te ha llamado y te ama, ¿por qué no ser grato anunciando su amor?”

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Genildo Francisco Do Nascimento

“Si Dios te ha llamado y te ama, ¿por qué no ser grato anunciando su amor?”

El sábado 2 de julio será ordenado sacerdote en la Basílica-Menor Santuario de la Vera Cruz de Caravaca, a las 10:30 horas.

“Nunca me había planteado ser cura”. Así de rotundo se muestra Genildo cuando habla de su vocación. Pero los planes de Dios no eran los suyos. Sus circunstancias familiares le hicieron revelarse contra todo, hasta que un día, este brasileño de 39 años, se cruzó con un matrimonio que le invitó a ir la Iglesia. Fue así como conoció a un grupo de jóvenes y entró con ellos en el Camino Neocatecumenal. “Si estoy en el seminario es gracias a esa realidad”, que, como él mismo asegura, es una pieza clave en su vocación.

Poco a poco fue conociendo la fe católica y se dio cuenta de que “es una Iglesia que acoge a todos, que acepta tu historia y no la juzga”. Viviendo el día a día en la parroquia, asistiendo a las distintas celebraciones, grupos y actividades que se celebraban, Genildo descubrió que “la Iglesia es una madre que acoge”. Y como respuesta a esa acogida, surge su vocación. A los 24 años comenzó una experiencia vocacional que duró tres años. “Sentía que el Señor me llamaba para una cosa mayor. He recibido tanto que me siento llamado para poder servir. Gratuitamente –señala–. Si Dios te ha llamado y te ama, ¿por qué no ser grato anunciando su amor?”.

En el año 2006, en una convivencia en Porto San Giorgo (Italia) fue enviado a Suiza para la etapa del seminario. Allí estuvo durante seis años. En el último, además, fue encargado de la pastoral parroquial de una iglesia.

Tras este tiempo fue en misión a Brasil durante dos años y medio, donde realizó la pastoral tanto dentro de la parroquia, con catequesis, y fuera, con acciones de evangelización. “Ver cómo hay gente a la que le cambia la vida cuando conocen a Cristo por medio de mí, eso me ha cambiado y me ha ayudado en mi vocación”, cuenta Genildo. “Hicimos muchas catequesis en esa ciudad –explica– y ves que la realidad de cada sitio es diferente, pero el espíritu es el mismo”.

Este diácono asegura que su paso por ambas misiones, le ha hecho descubrir “la importancia del servicio tanto dentro de la parroquia como fuera de ella”.

El Seminario Redemptoris Mater de Murcia lo recibió a mitad de 2014. Aquí ha seguido su formación espiritual, porque sus estudios ya los había terminado en Suecia. El pasado 4 de octubre fue ordenado diácono. Ese día, cuenta Genildo, “temblaba porque miraba atrás y pensaba en toda mi historia y de dónde me ha sacado el Señor, y me sentía incapaz, pero Él me lleva adelante”.

En el mes de febrero comenzó su pastoral en San Pablo de Murcia. Al llegar a la parroquia se encontraba perdido. No conocer a nadie y las dificultades que supone no hablar bien español, le costó, pero tuvo ayuda de los fieles para superar este obstáculo. “Soy de otro país y tengo una lengua diferente, pero esto es del Espíritu”, cuenta.

“Estoy contento de estar en Murcia porque me doy cuenta de que yo no he pedido estar aquí, sino que es el Señor el que me ha traído aquí”, explica entre risas, mientras recuerda como hace tan sólo unos años no sabía ni dónde estaba la ciudad.

A tan sólo unos días de su ordenación, pide en sus oraciones ayuda a Dios: “Señor, ayúdame a ser sacerdote santo y poder anunciar tu amor”. Unos días en los que también tiene una preparación especial, con un retiro en el convento de los Carmelitas Descalzos de Caravaca (que ya ha comenzado y que terminará el domingo).

El sábado 2 de julio será ordenado sacerdote, junto a Saúl Sánchez y Domenico Pío Greco, y un nuevo diácono, Pedro Carrillo, en la explanada de la Basílica-Menor Santuario de la Vera Cruz de Caravaca, a las 10:30 horas. Y celebrará su primera Misa el domingo día 3 a las 10:30 horas en la parroquia de San Pablo de Murcia

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