El Día Mundial de la Menopausia este año pone el acento en seguir una alimentación sana y variada para aquellas mujeres que se encuentran en esta etapa de su vida

La Consejería de Sanidad, a través del Servicio Murciano de Salud (SMS), lleva a cabo el Programa de Atención al Climaterio y a la Menopausia para atender a mujeres con edades comprendidas entre los 45 y los 59 años. En la actualidad, 35.780 mujeres se benefician de esta iniciativa, esto es, casi un 25 por ciento de las mujeres que se encuentran en dicha franja de edad.

El citado programa se enmarca en el Programa de Atención Integral a la Mujer (PIAM) y permite establecer un marco de actuación coordinado para atender todos aquellos problemas que atañen a la salud de la mujer desde aspectos biopsicosociales, preventivos y terapéuticos.

Este programa garantiza la equidad en la atención a todas las mujeres de la Región, al establecer protocolos consensuados para todas las áreas de salud del mapa sanitario regional.

El SMS vertebró el PIAM en el año 2012 en seis subprogramas con la finalidad de abordar de forma global la salud de la mujer en cada etapa de su vida, incidiendo en la prevención del cáncer ginecológico y atendiendo al embarazo, al parto y puerperio y al climaterio, entre otros aspectos.

La menopausia comienza a partir de la ausencia de menstruación durante un año y es todo cambio hormonal que acontece al finalizar la vida fértil de la mujer, es decir, entre los 45 y los 50 años. No obstante, no debe confundirse con el climaterio, que es un periodo de la vida que se caracteriza por una serie de fenómenos que afectan a todo el organismo y que se deben a una disminución natural de la actividad de las glándulas sexuales.

El Día Mundial de la Menopausia, que se celebra hoy, martes, 18 de octubre, hace hincapié en esta ocasión en la importancia que la alimentación sana y variada tiene en la vida de la mujer. En este sentido, se aconseja disminuir el consumo de grasas saturadas y consumir alimentos que aporten fibra, como frutas y hortalizas.

La correcta alimentación y la práctica de actividad física regular reducen la probabilidad de enfermedad cardiovascular y de trastornos musculoesqueléticos, más frecuentes en esta etapa de la vida.