Las noches de verano en Murcia se disfrutan desde la torre de la Catedral

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Los martes y jueves de los meses de julio, agosto y septiembre, a las 22:00 horas, tienen lugar las visitas a este edificio murciano

Las noches de verano en Murcia se disfrutan desde la torre de la Catedral

En la plaza de la Cruz se inician las visitas a la torre de la Catedral. Desde fuera, se puede conocer y disfrutar su estructura, en la que se aprecian los distintos estilos arquitectónicos utilizados en su edificación. La construcción de la torre, que duró tres siglos, comenzó a principios del siglo XVI, en 1519, y no se concluyó hasta 1793, pues hubo un parón de más de 200 años en los que no se avanzó nada la obra. El motivo: que la estructura empezó a inclinarse un poco y parecía que se venía abajo, por lo que decidieron dejarla como estaba, hasta que retomaron las obras en el siglo XVIII.

En la estructura de la torre de la Catedral de Murcia se puede ver, fácilmente, la evolución que ha tenido el arte dentro de una misma obra. Podemos ver desde el renacimiento más puro de Italia, al renacimiento español, pasando por una fase barroca y el final que es neoclásico, concretamente la cúpula y el remate, del arquitecto Ventura Rodríguez.

Tras esto, el visitante pasa por la única puerta que tiene de acceso la torre y comienza a subir las rampas de acceso, dieciocho rampas en total. Durante esa subida se van conociendo las distintas estancias de la torre, cuyo uso fue evolucionando con el paso de los años según la necesidad de cada momento, como es el caso de la sacristía, de la biblioteca y de otras que han sido refugio de sacerdotes o de vecinos de la ciudad, en momentos de peligro o riadas. También encontramos estancias que fueron lugares en el que cumplieron condena delincuentes de la zona.

Otra de esas salas, la que más llama la atención de los visitantes, es la vivienda del campanero, hoy conocida como la sala de los secretos. En ella hay una acústica especial, debido a su bóveda, que permite el hecho de que dos personas puedan contarse un secreto, desde una esquina a otra de la estancia, con gente y barullo, sin que nadie más, además de ellos, escuche.

La visita a la torre de la Catedral finaliza en el campanario o cuerpo de campanas, donde hay 20 de estas, algunas de muy grandes dimensiones, la más grande pesa 6.420 kilos. Todas ellas tienen nombre, el de un santo, y antiguamente se pensaba que donde llegaba el sonido de esa campana llegaba también la intercesión del santo.

En verano, las visitas nocturnas aportan un extra a la hora de conocer el monumento. Este recorrido en vertical, de los 95 metros de la torre, la segunda más alta de las catedrales de España, finaliza con el último toque de campanas del día, disfrutando de las vistas de la ciudad y de las noches de verano murcianas.

Durante todo el año se puede disfrutar de la torre de la Catedral de Murcia, en visitas guiadas a las 10:00, 12:00 y 16:00 horas. Durante los meses de julio, agosto y septiembre, se suprimen las visitas de la tarde y se añaden las visitas nocturnas, que tienen lugar martes y jueves a las 22:00 horas. Para poder acudir a estas visitas es necesario reservar previamente, llamando al 968 21 97 13 o acudiendo al Museo de la Catedral.

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