La Comunidad Autónoma ha iniciado el análisis y estudio para la elaboración del programa de actuaciones prioritarias en la Sierra Minera en zonas próximas a núcleos urbanos. Esta medida, incluida en el Plan para la Restauración Ambiental de los Suelos Afectados por la Minería (PRASAM), pretende en concreto identificar las áreas en las que es necesario acometer actuaciones por parte de los propietarios para evitar el movimiento de material por la erosión eólica.

El objetivo es establecer un programa de actuaciones prioritarias sobre dichos emplazamientos para dar respuesta a una de las principales inquietudes de los vecinos de estas poblaciones, que esta semana se reunieron sobre el terreno con el director general de Medio Ambiente y Mar Menor, Antonio Luengo.

"Queremos intensificar el contacto y la colaboración con todas las administraciones, colectivos, agentes y actores sociales que tienen algo que aportar en el proceso de recuperación de esta zona para conocer de primera mano sus inquietudes y mantenerles informados de las actuaciones que se deben llevar a cabo. Esta colaboración, así como la información que nos puedan aportar, y conocer qué es lo que más les preocupa, nos va a ayudar a priorizar las actuaciones a realizar, que siempre se tienen que regir por el criterio científico de técnicos y expertos y por el principio de quien contamina paga", explicó Antonio Luengo.

Esta visita surgió durante uno de los últimos encuentros mantenidos entre la Dirección General de Medio Ambiente y Mar Menor y representantes de la Plataforma de Afectados por los Metales celebrada el pasado mes de octubre.

En la reunión de esta semana, en la que también estuvieron presentes miembros de la asociación de vecinos Santa Bárbara de El Llano del Beal, participaron técnicos de la Comunidad Autónoma, quienes explicaron a los vecinos algunas de las actuaciones que se están desarrollando, en el marco del PRASAM.

En este sentido, los vecinos y representantes de la plataforma plantearon la importancia de la revegetación como una de las medidas para ayudar a minimizar estos posibles riesgos y solicitaron acciones de cubrición y revegetación en el entorno de los núcleos urbanos que contribuyan a impedir la erosión y el arrastre de partículas y otros elementos.

Otra de las peticiones fue la de señalizar convenientemente aquellas zonas en las que se identifique un mayor riesgo potencial, actuación que debe llevarse a cabo por los propietarios de los terrenos y que, por tanto, se enmarca también en la necesidad de fomentar las actuaciones voluntarias por parte de estos.

Para la priorización de las actuaciones más urgentes se contará también con otras administraciones de ámbito estatal, como la Confederación Hidrográfica del Segura, en caso de que las acciones que se identifiquen como prioritarias se encuentren en dominio público hidráulico.