Hoy 28 de enero es el Día Mundial por la reducción de emisiones de CO2
Hace unas semanas saltó a los medios la noticia de que la ciudad de Murcia había presentado su candidatura a ser la Capital Europea del Medio Ambiente en 2022, ante la cara de asombro del personal. De esta iniciativa, sin duda para lavar la imagen de la ciudad (y en parte de la Región) se trasluce la vanidad de nuestros políticos por aparentar algo que a todas luces evidencia un desastroso modelo de ciudad sostenible. Será casualidad, pero prácticamente al mismo tiempo se hacía público que la Región de Murcia está entre las ciudades europeas con peor calidad del aire, según los datos de medición diaria que ha ido tomando el satélite europeo Sentinel, dentro del programa Copernicus de la Unión Europea.
Hablar de iniciativas medioambientales en Murcia es un rosario de contradicciones y de 'puestas de largo'. Ejemplos como Murcia Río (un entorno amable pero de escaso uso, y aún menos tras las consecuencias ya vistas fruto de la DANA del mes de septiembre); hablar de los carriles bici de la ciudad pero sin limitar la presencia de vehículos en las calles (excepción del Paseo Alfonso X de Murcia), un tranvía en la ciudad que sólo conecta parte del norte de la misma, y sin ampliar desde su inauguración en 2011; un Río Segura que salvo el tramo del centro (desde la Pasarela Manterola hasta el Puente de La Fica), todo lo demás es un río sin cuidar; y que cada dos por tres saltan las alertas por exceso de contaminación en la ciudad de Murcia (y también en Cartagena, en Alcantarilla, etc), suena a fanfarrias y distracción para no mirar hacia atrás.
Para UGT, la política medioambiental no es postureo, ni gastos ingentes de dinero en obras que solo sirven para dilapidar fondos públicos regionales, nacionales y europeos. Sólo hay que estar a las 08.00 de la mañana en cualquiera de las rondas de la ciudad para observar los atascos, la 'boina' de contaminación de la ciudad y el casi invisible ciclista que se juega la vida a diario para intentar llegar a su trabajo o simplemente pasear por una ciudad alambicada de tráfico. Sin cuidar el medio ambiente, no tenemos futuro. Esto es una evidencia.
Con la publicación el 24 de enero de este año del Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica (PNCCA), se pone sobre la mesa la necesidad urgente de actuar de manera eficaz. Las comunidades autónomas también tienen obligaciones importantes, como es evaluar la calidad del aire y adoptar medidas de mejora de su calidad, así como inspeccionar y sancionar a quienes no cumplan.
Justo este pasado fin de semana, ante la llegada de ingentes partículas de arena del Sáhara, se aplicó una medida como la gratuidad del transporte público en la ciudad de Murcia durante dos días, y así procurar que la población no cogiese vehículos particulares. Algo que tuvo una influencia casi nula por la mínima difusión que se hizo y por lo poco acostumbrados que estamos a medidas de esta índole.
Para UGT, si no cambiamos el modelo productivo actual y si no concienciamos a la ciudadanía y le ofrecemos alternativas coherentes para su transporte diario, y si no cuidamos nuestro entorno, más allá de los que habitan en la Glorieta y aledaños, la ciudad de Murcia podrá optar también a Ciudad enemiga del Medio Ambiente. Dicen que en política todo es posible, pero lo que es incontestable es que el cuidado del medio ambiente da dinero y empleo, la producción ecológica también, la energía solar y eólica es ya presente más que futuro, y la contaminación no se detiene con un 'galardón' o con haciendo una calle peatonal.
UGT exige que el Gobierno Regional convoque cuanto antes el Consejo de Medio Ambiente de la CARM, para que se acuerden y adopten de forma urgente las medidas necesarias a nivel regional y local, y también para que se articule un plan multidisciplinar a corto, medio y largo plazo, con medidas de calado encaminadas a mejorar la calidad del aire y nuestro medio ambiente.
