La Confederación, junto con los regantes de la Vega Media y Vega Baja, contempla diferentes alternativas para gestionar la alta conductividad del agua del río Segura

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Las escorrentías producidas por las últimas lluvias han aumentado la conductividad del agua del río, por lo que es necesario diluir con otros recursos para que sea apta para el riego

La Confederación, junto con los regantes de la Vega Media y Vega Baja, contempla diferentes alternativas para gestionar la alta conductividad del agua del río Segura

Las precipitaciones de estos días han permitido que las reservas en los embalses hayan aumentado 11 hectómetros cúbicos, un incremento que previsiblemente continuará los próximos días si sigue lloviendo

Los recientes episodios de lluvia, que comenzaron el martes de la semana pasada, día 25 de marzo, y que está previsto que se prolonguen hasta jueves de esta semana, están permitiendo un ahorro de agua gracias a unas menores demandas de regadío, que se traducen en menores volúmenes desembalsados. De hecho, durante esta semana y media, las existencias de la cuenca se han incrementado en más de 11 hectómetros cúbicos y la tendencia sigue al alza.

Esta circunstancia, sin embargo, supone que el caudal circulante por el río tenga una notable mayor proporción de aportes procedentes de ramblas o escorrentías de las cuencas vertientes al río desde Ojós hasta desembocadura. Las características de los terrenos de las cuencas vertientes, y el arrastre de sedimentos asociados a precipitaciones puntualmente fuertes, dan lugar a que la concentración en sales del caudal circulante se incremente significativamente.

La Confederación Hidrográfica del Segura mide en continuo una serie de parámetros de calidad mediante una red de estaciones del Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas (SAICA). En particular, la conductividad medida en la estación de Contraparada ha pasado de valores normales que se sitúan en el entorno de algo menos de 2.000 µS/cm a unos 3.800 µS/cm. La estación situada aguas debajo de Murcia, denominada San Antón, arroja valores similares. Esta concentración en sales hace de las aguas prácticamente inválidas para riego.

Ante esta situación, la CHS se ha puesto en contacto con los representantes de los regantes de la Vega Media y de la Vega Baja para consultar las demandas de las zonas regables y ofrecerles la posibilidad de incrementar desembalses o incorporar aguas a través del sifón de Orihuela para reducir conductividad mediante dilución y conseguir que el agua alcance una calidad que la haga apta para riego.

Con la ayuda de las recientes lluvias, los usuarios están realizando el esfuerzo de no generar demandas significativas en estos momentos, lo que permite mantener bajos los desembalses actuales y por tanto ahorrar la máxima cantidad de agua posible. De esta manera, es previsible que se mantengan las elevadas conductividades actuales durante algunos días, por lo que se considera igualmente oportuno cerrar las acequias para evitar que agua de estas características pueda llegar a parcelas de riego.

En el momento que se recupere la normalidad, en cuanto a volumen y orígenes de los caudales circulantes, el personal de la Comisaria de Aguas que está en contacto permanente con las distintas CCRR afectadas, programará las próximas campañas de riego.

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