Factum rediseña su estructura para responder a las necesidades del mercado, tras la reciente adquisición y fusión con la firma especialista en ciberseguridad, Secura. La compañía resultante es un referente en implantación de soluciones y gestión de servicios TIC, con una amplia oferta que se estructura en tres unidades de negocio; Ciberseguridad, Cloud Experience y Technology Managed Services.

El área de Ciberseguridad concentra el 60% del negocio actual de la compañía y es donde se incluyen los servicios remotos y gestionados en SOC. Cloud Experience supone un 20% de su actividad y centra todo lo relacionado con transformación digital, mientras que Technology Managed Services, que representa el 20% restante, aborda los servicios gestionados bajo diferentes modelos; tanto desde las propias instalaciones de Factum y on premise; como a través de un modelo híbrido, sobre todo en áreas de desarrollo e infraestructura.

La compañía española, además potencia sus soluciones y herramientas de firma de documentación en la nube en colaboración con Telefónica. De igual modo, en esta unidad de negocio, se están apoyando en partners tecnológicos como Microsoft, con su plataforma 365 en la nube, a la que prestan consultoría y soporte en ciberseguridad, así como en soluciones de back-up en la nube de Veritas.

Con esta estrategia, Factum pretende seguir manteniendo un crecimiento de doble dígito en los próximos cuatro años, con la ayuda de nuevos proyectos nacionales y otros que se están desarrollando en México y Reino Unido, donde también tiene presencia el proveedor español.

"Con la reciente fusión con Secura, hemos aumentado nuestras capacidades, soluciones y número de partners tecnológicos para prestar un servicio completo y de calidad a clientes medianos y grandes, y ayudarles a responder a la complicada situación actual del mercado", subraya Iosu Arrizabalaba, director general de Factum.

Racionalizar las IT

La compañía española está convencida de que, en el actual contexto de mercado, es necesario racionalizar las IT para ajustarlas a las necesidades actuales y futuras de sus clientes y aprovechar al máximo las tecnologías y sistemas ya instalados que en muchos casos están infrautilizados. Por ello, propone optimizar inversiones en nuevas tecnologías por otras que extraigan el máximo rendimiento de los recursos tecnológicos disponibles.

La compañía defiende este nuevo modelo de negocio más racional que primero aprovecha los recursos existentes, los desarrolla e integra con la infraestructura general e involucra después en el proceso a todos los empleados, logrando resultados inmediatos, racionalizando nuevas inversiones.

La estrategia de Factum responde al momento de incertidumbre actual y a la evidencia de que la mayoría de las organizaciones cuenta ya con las plataformas, sistemas y aplicaciones que necesitan en su día a día. Sin embargo, en muchos casos, estos recursos no se aprovechan al máximo, aunque estén en producción.

Como reconoce un reciente informe de Vanson Bourne, un 45% de las empresas españolas no explota todo su potencial tecnológico instalado, ni lo integra correctamente en sus sistemas. Es decir, deben abordar un proceso de transformación digital que les permita mirar primero hacia dentro y aprovechar los recursos a su disposición.

Como explica Iosu Arrizabalaba, "en vez de adquirir más tecnología, es el momento de invertir en aprovechar los recursos disponibles e integrando las diferentes tecnologías en cada empresa; resulta más económico a las organizaciones y logra resultados inmediatos para el negocio

La compañía está aplicando este mismo principio al área de seguridad, donde es especialista, potenciando los proyectos que aprovechen las medidas y soluciones ya desplegadas para lograr mejor rendimiento.

Asimismo, se ha centrado en seguridad orientada a la gestión de identidades, con la integración tanto de tecnologías de identificación tradicional como las más innovadoras soluciones de firma digital, reconocimiento facial, ocular o dactilar.

Para ello, la firma tecnológica está incorporando todas las herramientas necesarias que permiten realizar la gestión completa de identidades y su administración e integración con los sistemas centrales de cada compañía.

"Actualmente, uno de los principales desafíos con los que deben lidiar las compañías, es la seguridad y éste debe ser su eje vertebrador. Especialmente, con la creciente apuesta por la gestión de datos, la identificación segura personal y las nuevas fórmulas biométricas que están despegando muy rápido por la creciente demanda provocada por la crisis sanitaria", concluye Arrizabalaba.