David Blay: "La mayoría de las Pymes españolas no están preparadas para este cambio, ni quieren estarlo. Muchas esperan a 2021 para volver a las antiguas fórmulas de trabajo".
ElSmart Working, es una nueva metodología de trabajo basada en dar al trabajador todas las herramientas necesarias para alcanzar su máximo rendimiento profesional en cualquier lugar. Muchos asocian el Smart Working exclusivamente con el teletrabajo, pero este modelo va más allá, porque el objetivo es obtener mayor grado de autonomía y ser más eficaz.
Hay quienes hablan de una nueva revolución en el trabajo que, de momento y según el Instituto Nacional de Estadística (INE), solo emplean el 27% de las empresas españolas. Pero ¿de qué se trata esta forma inteligente de trabajar? ¿Cuáles son sus ventajas e inconvenientes?
Para hablar de todo ello, ENCAMINA ha organizado un evento que ha reunido a David Blay, periodista, experto en teletrabajo y director de la Escuela de Trabajo en Remoto; Maureen Manubens, Customer Success Manager en Microsoft y Pilar Ramírez, Partner Alliances & Branch Manager en ENCAMINA.
"Si bien antes de la pandemia había temor a plantear la posibilidad de trabajar desde casa, la realidad ha obligado a empresas y trabajadores a experimentar el teletrabajo, pero para poder llamarlo Smart Working, es decir trabajo inteligente, se necesita formación", dijo Blay. Un reto que sin duda esta será la asignatura pendiente de las empresas en 2021.
Por su parte, Ramírez añadió que subyace la necesidad de un cambio cultural, dejar de trabajar de forma subjetiva —que te vean, cumplir horarios…— y trabajar por objetivos.
Para Manubens, el cambio procede de las personas: "Hay que entender por qué tenemos que adoptar este cambio y a dónde nos va a llevar".
Según estos expertos, también hay que entender que el teletrabajo no es una fórmula para todos. Hay que detectar qué empresas, en qué puestos de trabajo y cuánto tiempo. Es decir, cada empresa debe analizar y detectar cómo implantar este sistema de trabajo y cuáles serán los beneficios empresariales que pueden obtener. Sin embargo, Blay es categórico al afirmar "que la mayoría de las pymes españolas no están preparadas para este cambio, ni quieren estarlo. Muchas esperan a 2021 para volver a las antiguas fórmulas de trabajo".
Pese a esta afirmación, tanto Ramírez como Manubens, matizan y creen que habrá una pervivencia de modelos híbridos que irá más allá de la aparición de la vacuna. Conciliación, eficacia, movilidad, libertad de horarios, trabajo a distancia…son aspectos que se están incorporando a la cultura de los trabajadores. Aunque —añaden— la aceleración no sea tan rápida como la vivida durante la pandemia.
En cuanto a los contras, podemos hablar de deslocalización, aislamiento, distracciones y la ausencia de un marco legal que regule esta actividad, subraya Ramírez. Desde su observación, ve que las personas sociales echan de menos los encuentros de pasillo, y además aprecia un abuso constante de reuniones. "Un hecho que procede de la incertidumbre que ocasiona esta situación", dice. Por su parte, Blay ahonda en la cuestión y coincide en que el modelo híbrido o semipresencial se va a imponer.
Por otro lado, Manubens apunta que los modelos de teletrabajo serán más organizados. Por ejemplo, un asistente digital no solo nos recordará las citas, sino también nos recordará que debemos descansar; nos recomendará parar para poder recibir la inspiración necesaria que nos permita innovar... "Trabajar en entornos híbridos e inteligentes nos va a ayudar a detectar ese talento que podrá trabajar desde cualquier lugar y coadyuvará a que el mundo sea más sostenible".
Ramírez añadió que la pandemia nos ha permitido conocer nuevos modelos de trabajo, darnos cuenta de las carencias y diseñar un futuro más amable.
