El origen de la vida

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El origen de la vida

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La Clave Del Misterio De La Vida

Mar 04, 2012 | 12,860 views | by Jesús 24x7

En 1993 el profesor Philip Johnson de la universidad de california en Berkley invito a un grupo de científicos y filosofos a una pequeña población playera en la costa central de california, llamada Pájaro Dune. Procedían de importantes centros académicos como; Kembrich, Munich y la universidad de Chicago. Para cuestionar una idea que había dominado la ciencia durante 150 años.

Todos estaban dispuestos a afrontar el misterio fundamental del origen de la vida. ¿De dónde venimos? ¿Cómo hemos llegado aquí? ¿Qué nos trajo a la existencia? ¿Cuál es nuestra relación con la realidad como un todo?

¿Qué trajo todo esto a la existencia? Fue simplemente el azar, la necesidad, fuerzas naturales sin dirección, ¿O hay algo más?; ¿Un propósito un plan, un designio? ¿El designio de una causa inteligente? Esta es la pregunta fundamenta.

Todos ellos albergaban dudas acerca de las ideas evolucionistas, generalmente aceptadas ¿Cómo unos procesos naturales habían ensamblado las delicadas estructuras de las células vivas?

Dean Kenyon era un biólogo evolucionista que ya no creía que la química por si sola pudiera explicar el origen de la vida en la tierra. También buscaban un nuevo enfoque que pudiera explicar el origen de la información genética codificada en los organismos vivos. Y comenzaron a formular una alternativa a la teoría central de la biología moderna, teoría surgida de la mente de un naturalista británico llamado Charles Darwin

En 1831 Charles Darwin que entonces tenía 22 años, se incorporo a una expedición de cinco años preparada por el imperio británico. Paso un mes en las islas galápagos donde observo especies tomo notas y partió para no volver jamás. En los 25 años siguientes desarrollo una teoría que explicaba el origen de las diversas formas de vida sobre la tierra y en 1859 Darwin publico un libro titulado SOBRE EL ORIGEN DE LAS ESPECIES, que tuvo un gran impacto. Darwin argumento que toda la vida era producto de unas fuerzas naturales sin dirección alguna… El tiempo, el azar, y un proceso que denomino como selección natural. Esto podría producir un cambio biológico a lo largo de dilatados periodos de tiempo.

Pero una cosa es tratar de explicar alguna diferencia en el tamaño y la forma del pico de los pinzones y otra explicar el origen del organismo como tal y la existencia del pinzón que según Darwin son el resultado de la selección natural. La selección natural era una idea convincente, las variaciones físicas que resultaban ventajosas eran heredadas por generaciones sucesivas.

Por medio de este proceso se alternaban las generaciones sucesivas y con el paso del tiempo surgirían organismos fundamentalmente diferentes y todo ello sin ninguna clase de conducción inteligente.

Darwin quería explicarlo todo en la historia en términos de procesos naturales no inteligentes, carentes de designio. Y cuando busco una explicación lo que encontró fue que un proceso que funcionaba en las poblaciones domesticadas también funciona en el ambiente natural. Para Charles Darwin, la selección natural explicaba la apariencia de designio sin un diseñador, ya no había más necesidad de invocar una causa inteligente para la complejidad de la vida.

En la última mitad del siglo XX el conocimiento de la célula ha avanzado de manera formidable. Los potentes instrumentales revelan unos complejos mundos microscópicos, mundos tan diminutos que solo un dedal lleno de un cultivo líquido puede albergar más de 4.000 millones de bacterias unicelulares, cada una de ellas repletas de circuitos, instrucciones de montaje y maquinas miniaturizadas de tal complejidad que Carles Darwin jamás pudo haberse imaginado.

En la misma base de la vida donde las moléculas y las células realizan su función han descubierto maquinas, literalmente maquinas moleculares. Hay diminutos camiones moleculares que transportan suministros de una parte a otra de la célula, hay maquinas que capturan la energía de la luz solar y la transforman en energía utilizable.

Hay tantas maquinas moleculares en nuestro cuerpo como funciones realiza. El oído, la vista, el gusto, el tacto, la coagulación de la sangre la acción respiratoria, el olfato, la respuesta inmunológica. Todo esto exige una multitud de maquinas y cuando contemplamos estas maquinas nos preguntamos, ¿De dónde vienen? Y la respuesta rutinaria de la evolución Darwinista es sumamente inadecuada.

A principios de los noventa en una serie de conferencias científicas Michael Behe comenzó a compartir sus dudas acerca de la capacidad de la selección natural para construir maquinas moleculares complejas. Una de las maquinas en particular indujo a Michael Behe a la duda, llamada el flagelo bacteriano con todas sus piezas. Tenía una región de propulsión y codo, el eje rotor y el motor y al contemplar eso se dijo — esto es un motor fuera borda, esto ha sido diseñado, no hay montaje de piezas al azar—. Estas piezas aparecen claras cuando se amplían porciones de una célula 50.000 veces. Los científicos han empleado micrografías electrónicas para identificar las piezas y la estructura tridimensional del motor del flagelo, desvelando una maravilla de ingeniería a escala miniaturizada que se ha designado como la maquina más eficiente del universo, algunas de estas maquinas giran a 100.000 revoluciones por minuto y tienen una conexión fija con un mecanismo transductor o detector de señales que recibe información del medio en el que se encuentra. Incluso cuando están girando a esta velocidad pueden detenerse en seco, solo necesitan un cuarto de vuelta y ponerse a girar en el sentido contrario a 100.000 revoluciones por minuto.

Y lo mismo que los motores fuera borda en las lanchas tienen una gran cantidad de piezas para su funcionamiento. El flagelo bacteriano: dos marchas adelante y atrás con refrigeración por agua, movido por energía protónica, tiene un estator, un rotor, una articulación en U, un eje propulsor y una hélice y funcionan como estas piezas de maquinaria. No es por comodidad que les damos estos nombres, es que estas son verdaderamente sus funciones.

Desde su descubrimiento los científicos han tratado de descubrir como hubiera podido surgir un motor giratorio mediante selección natural. Hasta ahora no han sido capaces de ofrecer ninguna explicación Darwinista detallada. Teniendo en cuenta que todas y cada una de esas piezas son imprescindibles para su funcionamiento (complejidad irreducible). Esto se aplica también a las maquinas biológicas como el motor flagelar bacteriano en el que hay unas cuarenta piezas proteínicas diferentes que todas son necesarias para que esta máquina funcione. Y si falta una sola de estas piezas la maquina no funcionara o ni siquiera se llegara a montar dentro de la célula.

Según la teoría de Darwin incluso las estructuras biológicas complejas: como un ojo, un brazo, un corazón etc. Pueden construirse gradualmente a lo largo del tiempo en pequeños incrementos.

Sin embargo tal como Darwin puso en claro la selección natural solo puede tener éxito si estos cambios genéticos al azar proporcionan alguna clase de ventaja al organismo en evolución en su lucha por la supervivencia.

¿Pero como esas pequeñas variaciones de Darwin pudieron haber creado un flagelo bacteriano, cuando no existía tal mecanismo?

Imaginemos un escenario así a lo largo de la historia de la tierra: Una bacteria en evolución desarrolla de alguna manera alguna pieza del flagelo; incluso las piezas necesarias para unirlo a la pared celular: Sin embargo sin un ensamblaje completo de motor esta innovación no proporcionaría ninguna clase de ventaja a la célula. En lugar de ello la cola o cualquier otra pieza permanecería inmóvil e inútil, invisible para la selección natural que por definición solo puede favorecer cambios que ayuden a la supervivencia.

La lógica de la selección natural es muy exigente. A menos que el mecanismo este totalmente montado y funcione de verdad, la selección natural no puede preservarlo y no puede pasar a la siguiente generación.

El punto importante a comprender es que la selección natural selecciona solo con vistas a una ventaja funcional. En la mayoría de los casos lo que hace es eliminar cosas que no tienen ninguna función o que perjudican al organismo de modo que si se tuviese una bacteria con una cola que no funciona como flagelo, lo más probable es que la eliminase. La única manera de que el flagelo sea seleccionado es que el flagelo funcione y esto significa que todas las piezas del motor han de estar en su sitio para empezar. De modo que la selección natural no puede producir el flagelo bacteriano, solo puede actuar después de que el flagelo está ahí y es operativo.

Por ello la complejidad integral de estos sistemas indican un designio inteligente, en el que la parte más complicada es el tema de las instrucciones de montaje, porque su construcción no solo demanda unas piezas específicas, sino también una secuencia precisa de montaje.

La construcción completa del motor requiere un sistema complejo de maquinas que coordine el temporizado de las instrucciones de montaje. ¿Pero cómo puede la selección natural construir un sistema así? Para poder construir el mecanismo del flagelo o decenas de miles de otros mecanismos semejantes en la célula, son necesarias otras maquinas que regulen el montaje de estas estructuras y estas maquinas precisan de otras maquinas para su ensamblaje.

Solo que falte una de estas piezas o que esté donde no le corresponde el motor no funcionara. De modo que el sistema para ensamblar el motor flagelar es por sí mismo irreduciblemente complejo. En biología hay dos grandes interrogantes, ¿Cómo se consiguen nuevas formas vivientes con nuevas estructuras, como alas y ojos a partir de vida que ya existe? Y ¿Cómo se origino la vida en La Tierra por primera vez?

Hoy sabemos que Charles Darwin pasó la mayor parte de su vida formulando una respuesta a la primera pregunta. Y cuando se trataba de explicar el origen de la vida de la primera célula viva Darwin tenía muy poco que decir. De hecho en su famoso libro ni siquiera trato de cómo pudo originarse la vida de la materia no viviente.

En los últimos años de su vida Darwin hizo muy poco por desarrollar su idea de que hubiera surgido una célula primitiva de compuestos químicos simples en las aguas primordiales de la Tierra primitiva. Pero más adelante en los años 20 y 30 un científico ruso llamado Alexandr Oparin formulo una detallada teoría acerca de cómo esto hubiera podido suceder, y la llamo evolución química.

Oparin creyó que podía explicar el origen de la primera vida con los principios darwuinistas. Imagino unos compuestos químicos simples que se combinaban y re-combinaban para formar moléculas mayores, y estas moléculas mas grandes se organizaban a sí mismas con la ayuda de variaciones al azar y la selección natural para constituir la primera célula primitiva. Pero…

¿Cómo pudo evolucionar la vida a partir de unos compuestos químicos simples?

Desde finales de los 60 hasta principios de los 80 Dean Kenyon fue uno de los teorizadores químicos evolucionistas del mundo y como otros en su campo intentaba explicar el origen de la vida por medio de un proceso puramente natural.

En 1969 Kenyon fue coautor de PREDESTINACIÓN BIOQUÍMICA, un importante libro sobre el origen de la vida, junto con, GarySteinman ambos creían que si lograban reunir en una exposición seguida todas las líneas de evidencia empírica acumuladas desde los 60, les entusiasmaba poder explicar el origen de los principales componentes de la vida.

Dean Kenyon sabía que para explicar el origen de la vida, debía antes explicar el de los ladrillos esenciales; de cada célula que ha existido sobre la tierra, las grandes y complejas moléculas llamadas proteínas. Las proteínas tienen una amplia gama de funciones en la célula, desde requisitos estructurales, en términos del andamiaje de la célula, el cito-esqueleto, a las encimas, donde están procesando moléculas para captar energía o construir componentes de la célula. Las proteínas realizan muchos de los trabajos en el interior de la célula, excepto almacenar información genética.

Esto se deja para el ADN y el ARN MENSAJERO, las proteínas realizan tareas como la limpieza de la célula y la producción de energía.

Dean Kenyon sabía que las proteínas debieron ser tan importantes para la primera vida, como para las células vivas actuales. También reconoció la complejidad de su construcción.

Hacia los 60, los científicos habían determinado que incluso las células simples están compuestas de miles de proteínas diferentes y que su función se deriva de sus formas tridimensionales sumamente complejas.

Las formas irregulares de algunas proteínas les permiten catalizar o desencadenar reacciones químicas. Debido al ajuste tipo llave-cerradura que tienen con otras moléculas en la célula. Mientras que otras moléculas proteínicas forman componentes estructurales tipo machihembrado. Cada una de las piezas individuales de un motor bacteriano está hecha; bien de una sola molécula de proteína, o de un conjunto de proteínas ensamblado en una forma específica. Estas proteínas están constituidas a su vez por unas unidades químicas más pequeñas llamadas aminoácidos, enlazadas en largas cadenas. Aparece un gran nivel de complejidad de arquitectura en estas unidades celulares, en estos aminoácidos constituyentes de las proteínas.

En la naturaleza se emplean 20 tipos diferentes de aminoácidos para construir cadenas de proteínas que los biólogos han comparado con las 27 letras del alfabeto. Las letras del alfabeto se pueden ordenar en una enorme cantidad de combinaciones posibles y es la disposición de la secuencia de las letras la que determina que tengamos palabras y oraciones con significado. El mismo principio sirve para los aminoácidos y las proteínas.

Hay al menos 30.000 tipos distintos de proteínas, cada una a partir de una combinación diferente de los mismos 20 aminoácidos, estos están ordenados como las letras para formar cadenas de a menudo cientos de unidades. Si los aminoácidos son secuenciados correctamente la cadena se doblara para formar una proteína funcional.

Las proteínas se ordenan con sus aminoácidos de tal manera que los aminoácidos caen el uno sobre el otro en una arquitectura que está pre-programada por el oren de los aminoácidos. Se dobla formando una estructura específica y esa estructura puede realizar una determinada función, de modo que todas las proteínas en una célula tienen una forma tridimensional basada en la secuencia de los aminoácidos en la cadena.

Esta disposición es crítica, porque si los aminoácidos están secuenciados de manera incorrecta se forma una cadena inútil y en vez de doblarse para formar una proteína, será destruida dentro de la célula. Las proteínas como lenguajes escritos o códigos de ordenador poseen un elevado grado de especificidad; la función del todo depende de la disposición precisa de las partes individuales. ¿Pero qué es lo que produce el secuenciado preciso de los aminoácidos que da lugar a las formas y funciones especificas de las proteínas?

Durante los 50 y 60 los descubrimientos acerca de las estructuras de las proteínas obligaron a los biólogos a hacer frente a este misterio.

Dean Kenyon creía que lo podía solucionar. En su libro predestinación bioquímica Dean Kenyon y su coautor GarySteinman propusieron una sugerente teoría. Dean Kenyon escribió: La vida pudo haber estado bioquímicamente predestinada por las propiedades de atracción que existen entre sus componentes químicos, en particular entre los aminoácidos en las proteínas.

Cuando apareció predestinación bioquímica, los dos coautores estaban totalmente convencidos que tenían una explicación científica para los orígenes. Dean Kenyon propuso que las propiedades químicas de los aminoácidos hacían que fuesen atraídos entre sí, para formar las largas cadenas que llegaron a ser las primeras proteínas, los componentes más importantes de la célula viva. O sea que la vida era inevitable y predestinada por nada más que por la química.

¿Pero cómo se pudieron haber ensamblado las primeras proteínas sin la ayuda de las instrucciones genéticas? En las células vivientes actuales las cadenas de aminoácidos no se forman directamente por atracción entre sus componentes, (el escenario que Dean Kenyon postulaba para la tierra primitiva). En su lugar otra gran molécula dentro de la célula almacena instrucciones para secuenciar los aminoácidos en las proteínas; se la conoce como A.D.N. Al principio Dean Kenyon creía que las proteínas podrían haberse formado directamente a partir de los aminoácidos sin las instrucciones de ensamblaje del ADN, por eso es que tantos científicos estaban entusiasmados con su teoría. Pero cuanto más se aprendía acerca de las propiedades de los aminoácidos y las proteínas tanto más comenzó a dudar que las proteínas pudieran auto-ensamblarse sin ADN. En el ADN, Dean Kenyon se encontró con una molécula con una propiedad que no podía explicar mediante procesos naturales, porque encerrada con seguridad dentro de su estructura de doble hélice existe abundante información en forma de compuestos químicos con una secuencia precisa representada por las letras; ACTG

En el lenguaje escrito la información se comunica por un ordenamiento preciso de las letras. De la misma manera las instrucciones necesarias para ensamblar aminoácidos para formar proteínas son transmitidas por las secuencias de componentes químicos ordenados a lo largo de la estructura del ADN, este código químico ha sido llamado el lenguaje de la vida y es el conjunto de información más compacto y elaborado al menor detalle en todo el universo conocido.

Como otros científicos que trabajaban en el origen de la vida Dean Kenyon se dio cuenta de que tenía dos opciones: Debía explicar; o bien la procedencia de estas instrucciones genéticas de ensamblaje o bien como surgieron las proteínas directamente de los aminoácidos sin ADN, en los océanos primordiales. Y al final vio que no podía explicar ni lo uno ni lo otro.

Es un enorme problema como hubiera podido reunirse en un diminuto volumen sub-microscópico del océano primitivo, todos los cientos de diferentes componentes moleculares que se necesitarían para establecer un ciclo de auto-replicación. Y así fue como las dudas de Dean Kenyon acerca de si los aminoácidos podían ordenarse a sí mismos en secuencias biológicas con significado, sin la presencia de un material genético preexistente llegaron para Dean Kenyon a un punto intelectual decisivo a finales de la década de los 70

¿Cuál era la fuente de la información biológica en el ADN? Si se podía llegar al origen de los mensajes, de los mensajes codificados dentro de la maquinaria viviente, habríamos dado con algo intelectualmente mucho más satisfactorio que la teoría de evolución química. Para la década de los 70 la mayoría de los investigadores rechazaban la idea de que la información necesaria para construir la primera célula se produjera por el mero azar.

Los biólogos serios que estudian el origen de la vida no creían que esta hubiera surgido solo al azar. Se imaginaban a la selección natural actuando sobre variaciones al azar entre compuestos químicos para producir la primera vida. Pero había un problema con esta propuesta. Por definición la selección natural no podría haber funcionado antes de la existencia de la primera célula viva, porque solo puede actuar sobre organismos capaces de reproducirse, las células dotadas de ADN, que pasan sus cambios genéticos a generaciones futuras.

Sin ADN, no hay auto-reproducción, pero sin auto-reproducción no hay selección natural, de modo que no se puede usar la selección natural para explicar el origen del ADN, sin dar por supuesta la existencia de aquella misma cosa que se está tratando de explicar.

En los años transcurridos desde el rechazo de la evolución química por parte de Kenyon, la ciencia ha desvelado los detalles de todo un sistema de procesado de la información que lleva la marca del designio inteligente.

Con animación por computadora podemos entrar en la célula para ver este asombroso sistema en acción. Después de entrar en el núcleo de la célula vemos las hebras de ADN, bien enrolladas, son las instrucciones y las bibliotecas de instrucciones necesarias para construir cada proteína en un organismo: En un proceso conocido como transcripción una maquina molecular desenrolla primero una sección de la hélice de ADN, para exponer las instrucciones genéticas necesarias para ensamblar una molécula especifica de proteína. Otra máquina copia luego estas instrucciones para formar una molécula llamada ARN MENSAJERO. Cuando se ha completado la transcripción, la delicada hebra de ARN lleva la información genética a través del complejo de poros del núcleo, el regulador de tráfico, dentro y fuera del núcleo. La hebra de ARN MENSAJERO se dirige a una fabrica molecular en dos partes llamada ribosoma, después de fijarse con seguridad comienza el proceso de traducción. Dentro del RIBOSOMA, una cadena de montaje molecular ensambla una cadena de aminoácidos secuenciada de una manera específica, estos aminoácidos son transportados desde otras partes de la célula y luego son ensamblados en cadenas a menudo de cientos de unidades de longitud, su orden de secuencia determina la clase de proteína manufacturada. Cuando se completa la cadena se transporta desde el ribosoma a una maquina con forma de barril, que ayuda a doblarla en la forma precisa y critica para su función.

Después que la cadena queda doblada como proteína es transportada por otra máquina molecular al lugar exacto en que se necesita.

Estamos hablando de un sistema cibernético que lleva el sello de designio inteligente, es decir que hay una inteligencia detrás. Sin embargo la ciencia ortodoxa se rige por el llamado naturalismo metodológico que viene a decir: Todas las explicaciones científicas deben ser hechas por causas naturales, No hay nada que pueda ser explicado por causas artificiales.

Bill Gates dijo que el ADN, es como un programa de computadora, pero más complejo que cualquiera que hayamos podido desarrollar y si lo pensamos siquiera por un minuto resulta una observación de lo más sugerente. Porque sabemos que Bill Gates no emplea el viento ni la erosión, ni generadores de números aleatorios para crear su software. Él emplea ingenieros inteligentes, ingenieros de sistemas computacionales. Así todo lo que sabemos en nuestra experiencia es que los sistemas ricos en información surgen del designio inteligente.

Pero que hacemos del hecho de que haya información en la vida, en cada célula viva de cada organismo vivo, este es el misterio fundamental ¿De dónde procede esta información?

Hoy en día sabemos que no hay ninguna causa natural que produzca información; ni la selección natural, ni procesos de auto-organización, ni el puro azar. Pero si que sabemos de una causa capaz de producir la información y es la inteligencia. Así que cuando alguien infiere designio por la presencia de información en el ADN, está haciendo lo que en las ciencias históricas se denomina una inferencia hacia la mejor explicación. De modo que cuando encontramos un sistema rico en información en la célula, concretamente en la molécula de ADN, podemos inferir que una inteligencia entro en juego en su origen. Incluso aunque no estuviéramos allí para observar el origen del sistema.

Y la forma cómo llegamos a un designio inteligente para el flagelo bacteriano es la misma que para el motor fuera borda. En el fuera borda vemos como las piezas interactúan y sabemos que esto lo hizo alguien. El razonamiento es el mismo para las maquinas biológicas, de modo que la idea del designio inteligente es totalmente científica. Desde luego puede que tenga implicaciones religiosas. Pero no depende de premisas religiosas.

CONCLUSIONES:

En este caso podemos decir que los datos aportados y las conclusiones coinciden plenamente.

En los datos aportados se viene a demostrar que las diferentes especies de la Tierra, incluida la especie humana, jamás pudo formarse por la evolución de mutaciones al azar. Y se pone como ejemplo el motor del flagelo bacteriano. Este motor consta de unas 40 piezas, que desde luego deben estar todas y haber sido montadas secuencialmente en su lugar (complejidad irreductible),

Y la pregunta que surge es ¿Cómo y de qué manera han sido creadas todas y cada una de estas piezas? Y en que periodo de tiempo. ¿Se crearon solo estas piezas o se crearon también muchas otras que no servían para este motor bacteriano? Y luego es de suponer que se montaron secuencialmente y de una manera correcta en su lugar gracias al azar. Lo cual es imposible.

Entonces la única explicación y viendo que se trata de un sistema cibernético alucinante, es que eso no es un montaje al azar; sino que detrás de este sistema hay una inteligencia, un designio inteligente. Es decir se trata del diseño de una inteligencia superior.

Y podemos estar hablando de un ser superior, o de una civilización superior. De ese ser superior yo no tengo pruebas. Pero de una civilización superior si hay pruebas en todo ese tipo de construcciones enigmáticas y maravillosas que están por todo el mundo. En cuyos muros puede estar representado ese ser superior. Y desde luego esta civilización superior, que no debemos olvidar Terra-formando este planeta y nos creo a su imagen y semejanza, tanto en cuerpo como en alma. Tiene una buena respuesta para estas y otras muchas preguntas que nos planteamos.

Estamos hablando por tanto que nosotros somos un diseño y en nuestro cuerpo hay decenas de miles de distinto tipos de máquinas moleculares, de las que hay trillones en nuestro cuerpo.

Estamos hablando de que todos los animales que conocemos son un diseño. De que todas las plantas medicinales y comestibles son un diseño. De que todo el arbolado de este planeta es un maravilloso diseño. De que toda el agua de ríos lagos y océanos son un diseño. Así como el aire que respiramos.

Es decir que el origen de la vida es este. Nosotros no procedemos del mono, ni somos un mono evolucionado. Lo mismo que todos los animales.

Si según la teoría de Charles Darwin somos el resultado de una evolución producida por mutaciones al azar. Y se afirma que todos los pájaros que vemos hoy en día antes eran dinosaurios, ¿Dónde están los pasos intermedios de dinosaurio a pájaro? Pero no solo los pájaros; sino todos los animales. Tendrían que estar las estanterías de los museos a rebosar de esos eslabones intermedios de todos los animales que conocemos. Y sin embargo no hay nada de esto.

Ahora bien si este sistema cibernético es algo muy complejo; aún lo es más el tema de las instrucciones de montaje . Porque vamos a ver: ¿Cómo sabe la máquina molecular que abre y expone las instrucciones del ADN, que tramo de la Hélice del ADN debe abrir?

¿Cómo sabe la máquina molecular que lee las instrucciones del ADN, que tramo debe leer?

¿Cómo sabe esta misma máquina de que manera generar el ARN MENSAJERO de forma que contenga esas instrucciones del ADN?

¿Cómo sabe el complejo de poros del núcleo de la célula que ese ARN MENSAJERO trae correctamente copiadas las instrucciones de ADN? Ya que si no están correctamente copiadas la hebra de ARN MENSAJERO, no pasa por el complejo de poros del núcleo y es destruida.

¿Cómo sabe la hebra de ARN MENSAJERO, como dirigirse a esa máquina en dos partes llamada ribosoma y como situarse?

¿Cómo esa máquina llamada ribosoma puede leer e interpretar esa hebra de ARN MENSAJERO, para generar una cadena de aminoácidos?

¿Cómo esa cadena de aminoácidos puede dirigirse a una máquina con forma de barril en la que esa cadena de aminoácidos es doblada sobre sí misma de la forma tridimensional y adecuada para la proteína que se requiere?

¿Y cómo esa máquina que recoge y transporta la proteína recién manufacturada, sabe cuándo debe recogerla y a donde debe dirigirse?

Si nos atrevemos a hacer una aproximación a lo que es el alma. Yo diría que estas instrucciones de montaje al menos pueden formar parte del alma. Y esto puede tener desde luego connotaciones religiosas. Pero no como nosotros entendemos la religión, sino visto desde el punto de vista de esa civilización que visito este planeta hace 12.500 años, que era tan humana como nosotros y tenían esa increíble tecnología que hemos comentado en capítulos anteriores.

Debemos también tener en cuenta que lo mismo que esos supuestos templos que están por todo el mundo, estar sin terminar de construir y nosotros no llegamos a asimilar esa increíble tecnología. Las religiones tampoco fueron asimiladas y están in completas. Y nos están diciendo lo que saben; que el alma es inmortal, aunque es cierto que lo dicen de forma poco creíble y tienen ciertas contradicciones.

Rafael Alfonso Alfaro García.

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