El inicio de curso escolar afronta una recta complicada durante este mes de enero con un gran número de bajas de profesorado debido al impacto de la sexta ola en nuestra Región. La Consejería de Educación no ha hecho oficial datos a lo largo de esta mañana y a través de fuentes no oficiales el sindicato ha podido establecer que se han producido cerca de 1.500 bajas de profesorado con un impacto muy desigual en los centros educativos donde se ha llegado a registrar en algunos centros más de 12 bajas.

Desde el sindicato STERM consideran que prescindir de los más de 1.00 docentes de refuerzo COVID que estuvieron en las aulas el curso pasado deja al sistema educativo regional en una situación más difícil para dar respuesta a esta y otras coyunturas que se dan a lo largo del curso. José Manuel Fernández, coportavoz de STERM, señala que “la educación se encuentra muy tensionada y las bajas del profesorado tienen una impacto muy importante porque las plantillas están al límite. Esto también tiene un impacto psicológico sobre el profesorado y las bajas han aumentado de manera muy importante este curso. Todavía hace falta contratar a como mínimo 650 docentes más de manera estable para tener una plantilla adecuada por lo que pedimos a Educación”.

El sindicato solicitó hace semanas que Sanidad y Educación adoptasen medidas para garantizar una vuelta a las aulas con las máximas medidas de seguridad, incluyendo entre esas medidas la utilización de cribados masivos entre el profesorado, como se ha hecho en países como Francia o Italia, y la aceleración de la vacunación de la dosis de refuerzo del profesorado. En este sentido, José Manuel Fernández, ha denunciado “la situación de improvisación que se vivió ayer en la ciudad de Murcia en una convocatoria que concitó a miles de docentes que llevan semanas esperando una cita que no ha llegado antes de empezar este segundo trimestre”.

Por último, desde STERM exigen a Educación la máxima transparencia para ofrecer datos concretos de la bajas del profesorado por COVID-19 e instan a que, mientras la incidencia acumulada sea alta y se mantenga un porcentaje elevado de ausencias de profesorado, se hagan dos actos de adjudicación semanales para evitar que en los centros las bajas puedan durar 4 ó 5 días sin ser cubiertas.