La Región de Murcia es una de las comunidades autónomas en las que más difícil resulta abortar. Ocurre así por las trabas que en muchos casos se imponen para interrumpir voluntariamente el embarazo desde hospitales públicos, lo que hace que muchas personas recurran entonces a la vía privada. Ante esta situación, ya en 2017 se impulsó desde Podemos una moción para incentivar medidas que garanticen este derecho. Pero "cinco años después nada, absolutamente nada, ha cambiado", recordaba esta mañana su portavoz en la Asamblea, María Marín, que volvía a traer este tema en una nueva moción presentada ante la Comisión de Sanidad y Política Social. Una propuesta a la que la derecha regional dejó nuevamente sin recorrido, pues no salió adelante por 6 votos en contra de PP, Ciudadanos y Vox y 5 a favor de los morados y PSOE. "Cientos de mujeres siguen obligadas a viajar a centros privados en Madrid en los que se las obliga a abortar prácticamente en la clandestinidad, solas y sin atención psicológica", lamentó la diputada durante su intervención, antes de conocer el resultado de la votación.
Marín indicó que el "calvario" para abortar en la Región de Murcia sigue existiendo y que "ha ido a peor". Así quedó evidenciado tras el acto conjunto que la formación mantuvo el pasado mes de noviembre con la Asociación de Embarazadas Expulsadas de la Sanidad Pública, un encuentro en el que sus representantes le trasladaron un mensaje claro: "No podemos más". En respuesta al compromiso sellado entonces con las representantes de la organización, la propuesta que Marín ha llevado a Comisión pedía, en definitiva, acabar con las derivaciones a centros privados en la Región de Murcia pues "no tiene ningún sentido que el sistema público de salud expulse a las mujeres que quieren o tienen que abortar" y menos aún que lo haga con la "excusa" de una "objeción de conciencia generalizada que sabemos que no es real". "Lo que se practica en la Región es una objeción general de departamentos y unidades enteras bajo coacción que atenta contra la ley", contraponía.
Asimismo, la moción de Podemos que ha desaprobado la derecha también pretendía iniciar un programa de formación obligatoria en perspectiva de género para que los sanitarios "conozcan siempre los derechos de las mujeres"; y aumentar las medidas de atención psicológica puesto que "abortar no es un capricho". La diputada pidió "más acompañamiento" a las mujeres que decidan abortar y "más campañas de información", marcando en este último punto diferencias con Vox, denunciando que "ellos apoyan a las mujeres, pero sólo para que no aborten" y recordando que en esta misma Cámara "hemos visto cómo había diputados defendían a los fanáticos que acosan a mujeres en la puerta de las clínicas abortivas". Por último Marín, que ya se temía que la moción no saliera adelante "en la Región de Murcia del Parlamento tránsfuga", anunció que su partido ya viene trasladando habitualmente todas estas demandas al Ministerio de Igualdad de Irene Montero, donde "sí han escuchado a las mujeres y han dado respuesta a sus problemas con la nueva Ley del Aborto".
