La bahía de Cartagena fue el escenario de una emotiva rueda de prensa, donde Arde Bogotá, la banda que ha transformado el rock español, regresó a su tierra natal. Los músicos expresaron su gratitud por la cálida acogida y compartieron detalles de su ascenso meteórico, los desafíos de la fama y su profundo vínculo con Murcia. “Es una ocasión muy especial”, afirmó uno de los integrantes, destacando la emoción de tocar en casa, permitiendo que seres queridos, como su abuela, asistan por primera vez. La masiva respuesta del público, “bárbara y absolutamente misteriosa”, refleja un orgullo mutuo entre la banda y su comunidad.

Un viaje de sueños: del polígono de Santana al éxito global

Arde Bogotá encarna el sueño de muchos músicos jóvenes. “La gente de Cartagena tiene la banda como por orgullo y eso es guay”, señaló un miembro, reflexionando sobre cómo su historia inspira a otros. Desde ensayos en el polígono de Santana hasta llenar el WiZink Center con 30,000 personas, su trayectoria ha sido “frenética”. “Ha sido todo muy frenético desde el principio”, confesaron, destacando el corto tiempo en que lograron profesionalizarse. Pasar de la sala Coyote a escenarios internacionales es “ilusionante” y esperan que motive a otras bandas locales. Esta evolución trae una “responsabilidad” que los impulsa a tomarse en serio su trabajo, desde la composición hasta los conciertos. Aunque viven una situación “privilegiada”, se sienten agradecidos cada día.

La vanguardia escénica: el "show del Eclipse" y la búsqueda de la adrenalina

Los conciertos en Cartagena, con entradas agotadas en horas, muestran el compromiso de la banda con ofrecer una experiencia única. El espectáculo adapta los shows de Madrid y Barcelona, con “alguna cosa especial por estar en Cartagena”, prometieron. El “show del Eclipse” es más que un concierto: “Tiene mucho de contar una historia, de ligar el repertorio dentro de un mismo mensaje”, explicaron, con un enfoque casi teatral. Respaldados por un equipo de más de 40 personas, buscan replicar la magnitud de producciones internacionales en su ciudad. Sin embargo, añoran la “adrenalina pura” de salas pequeñas, como una reciente actuación en Los Ángeles, donde tocaron con instrumentos alquilados. “Esa sensación de vértigo la echamos de menos”, admitieron, trabajando para trasladar esa esencia a grandes escenarios.

El arte de la autenticidad: composición, fama y compromiso social

El próximo reto de Arde Bogotá es construir una carrera duradera. “Queremos hacer una discografía que nos emocione, que nos haga sentir orgullosos y que ojalá le guste al público”, afirmaron. Para ello, han reducido los conciertos este año, buscando tiempo para componer “de manera tranquila”. En el local de ensayo, su prioridad es clara: “Hay que dejar fuera todo lo que no sea que nos guste a nosotros”. La fama trae desafíos, como gestionar la ansiedad de los fans, pero la banda se mantiene centrada. “Intentamos ser normal y rodearnos de gente que nos diga ‘te estás equivocando, tío’”, explicaron. Mantener una vida similar a sus inicios, frecuentando los mismos bares y amigos, les ayuda a seguir siendo “la misma gente”. Su colaboración con Enrique Bunbury, surgida de un “deseo pedido a voz alta”, refleja su ambición.

Cartagena y la Región de Murcia: el nido de un fenómeno global (y la importancia de Totana)

Arde Bogotá desafía la idea de que el éxito requiere mudarse a Madrid. “No hace falta irse a Madrid para profesionalizar una banda”, aseguraron, destacando la calidad de vida en Cartagena. El apoyo de medios locales, como La Gramola o Radio Evely en Totana, fue crucial en sus inicios. Recordaron con cariño viajar a Totana para una entrevista cuando firmaban con Sony: “Eso lo valoramos mucho”. Empresas murcianas como La Culturería y La Gramola Encendida les dieron oportunidades clave, reforzando su creencia de que “se puede hacer desde aquí”. Cartagena es su musa, con lugares como Cala Cortina o el faro verde como refugios. Abogan por más espacios para la música en vivo, apoyando eventos como Cartagena Suena para dar visibilidad a bandas locales.

Momentos inolvidables y el sabor de casa

La banda atesora experiencias como su llegada en barco a la ría de Bilbao, “abarrotada de gente con carteles de Arde Bogotá”, o tocar frente a la Cordillera de los Andes en Chile. En Cartagena, no falta el asiático, bebida típica que comparten con visitantes, provocando “caras extrañas” en los forasteros. A pesar de la fama, confiesan sentir “vergüenza” ante la atención mediática, mostrando su humildad. El festival Cartagena Suena busca ser un “escaparate” para artistas locales, con el sueño de tocar algún día en el estadio Cartagonova.

Arde Bogotá, un símbolo de orgullo regional

La rueda de prensa no fue solo un anuncio de los conciertos que tendrán lugar este viernes y sábado, 4 y 5 de julio, sino una declaración de principios. Arde Bogotá ha alcanzado el éxito sin renunciar a su identidad ni a su conexión con Murcia. Su historia demuestra que el talento y el trabajo pueden florecer desde un polígono de Cartagena y resonar globalmente. Son un faro de inspiración y un orgullo para su región.