PP y Vox han vetado hoy la tramitación de la ILP por el derecho a la vivienda, una iniciativa legislativa que llegaba a la Cámara avalada por más de 16.000 firmas después de seis meses de arduo trabajo por parte de sus promotores. Desde la tribuna, los diputados de Podemos e Izquierda Unida han denunciado "el absoluto desprecio a la democracia de PP y Vox", que han despachado en media hora esta demanda ciudadana que había despertado una enorme ola de apoyo.
María Marín ha alabado a los promotores de la iniciativa, "los mismos que durante años han puesto el cuerpo frente a los desahucios de la banca", y ha apuntado a "los que mandan de verdad en esta Región, la patronal inmobiliaria, el grupo Fuertes, Urbincasa o Urdecón" como los responsables del veto a la ILP, al tiempo que ha señalado a PP y Vox como sus "mayordomos". "Hoy", lamentaba Marín, "se va a cometer uno de los mayores atropellos a la democracia que puede darse, ya que la iniciativa legislativa popular es una de las pocas herramientas que en una democracia representativa permite al pueblo participar directamente en la elaboración de las leyes, cuando el gobierno no los escucha".
Tras el rechazo de PP y Vox a la tramitación de la ILP, Marín ha asegurado que "si 16.000 firmas en son de paz no son bastantes, habrá que movilizar a 50.000 o 100.000 personas", ante los "ataques de los especuladores contra las familias, la clase trabajadora y la juventud" y de la que ha puesto como ejemplo la subida del 16,6% de los precios del alquiler en el primer semestre de 2025.
Por su parte, José Luis Álvarez-Castellanos ha respondido a las acusaciones de los diputados de la derecha y la ultraderecha, que culpaban a la izquierda de aplicar políticas comunistas: "Yo soy comunista, militante del Partido Comunista, y tengo tanta legitimidad como ustedes para hablar de vivienda, en la calle y en esta tribuna". Álvarez-Castellanos ha defendido también la "intensa labor" de "compañeros y camaradas, personas como las que estamos aquí, gente mayor, jubilados y jóvenes que han pasado 6 meses en la calle recogiendo firmas", un tiempo que "quitan a sus familias, a su trabajo y a su ocio".
Por último, ha denunciado lo que a su juicio ha sido un debate "errado": "Hoy no tocaba hablar de la política de vivienda de cada partido, hoy el debate iba sobre la democracia y sobre el respeto a esta iniciativa legislativa popular que ha conseguido el respaldo de tanta gente".
