1. Una carpa de juego

Haga feliz a su hijo montando una bonita tienda en su habitación, donde pueda jugar con sus juguetes e inventar historias durante horas. Es el lugar perfecto para refugiarse, leer libros, jugar con sus peluches y crear su propio mundo. 

2. Una alfombra de juego 

¿Qué es mejor que una alfombra educativa para mantener a los pequeños ocupados? La alfombra de juego para el camino desarrollará la imaginación de su hijo: le corresponde inventar las etapas de su viaje en cuatro ruedas, repostar combustible si es necesario o hacer una parada en la ciudad. No dudes en combinarlo con pequeños coches de colores. La buena noticia es que esta alfombra también puede ser usada como bolsa de almacenamiento. 

3. Un bonito ábaco para niños pequeños

¡Esta es una gran manera de introducir a su hijo en las matemáticas! Mientras los pequeños disfrutarán moviendo las cuentas de colores de un lado a otro, los mayores pueden empezar a aprender a contar bolas y hacer sumas. Y si el ábaco es bonito, ¡es aún mejor!

4. Un juego de memoria

Coge bonitas cartas con animales dibujados en ellas, diviértete dándoles la vuelta y haz que tu hijo adivine dónde está el par a juego, ¡y tendrás algo con lo que mantener a tu pequeño ocupado durante un rato! Además de trabajar la memoria, su hijo se divertirá descubriendo animales de la selva y recordando sus nombres.

5. Una caja de almacenamiento 

Los padres saben que quedarse en casa todo el día con sus hijos puede ser un desafío cuando se trata de ordenar. La casa se convierte regularmente en un campo de batalla, por lo que es una buena idea enseñarles a guardar sus cosas en divertidas y prácticas cajas de almacenaje.