Tras la Segunda Guerra Mundial, la recién creada Organización de la Naciones Unidas adopta el 10 de diciembre de 1948 la Solemne Declaración Universal de los Derechos Humanos para no permitir más atrocidades como las sucedidas en el conflicto bélico (iniciado por el nazismo de Hitler, el fascismo de Mussolini y el imperialismo japonés).
Tras dos años de trabajo (1946-1948), la Asamblea General de la ONU aprobó lo que se denominó un anteproyecto de Carta Internacional de los Derechos Humanos, una hoja de ruta para garantizar los derechos de las personas en cualquier lugar y en cualquier momento.
Hoy, a 75 años del nacimiento de la ONU y 72 años de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, podemos decir que la misma está en peligro por el aumento de posiciones reaccionarias y extremistas, herederas de los ideales fascistas y nazis que iniciaron la Segunda Guerra Mundial.
Así, en su considerando segundo, dice: “Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad” ..., continúa “y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias”.
La Declaración establece una serie de derechos para todas las personas sin ningún tipo de discriminación de raza, credo, procedencia, de opinión, de sexo, económica o de cualquier otra índole, para una vida digna de los seres humanos.
Así, entre otros, establece en su Artículo 1 que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos; en su artículo 2 que toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición; en su artículo 4 que nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas; en su artículo 6, que todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.
En su artículo 22, que toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad; en su artículo 23-1, que toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección del mismo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo; en el 23-2, que toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por igual trabajo; en el 23-3, que toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana, y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
En su artículo 25-1, que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad; en su artículo 26-1, que toda persona tiene derecho a la educación, que debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental.
Desde Las Marchas de la Dignidad de la Región Murciana rechazamos y condenamos las actitudes y posiciones reaccionarias y retrógradas que añoran los ideales que produjeron las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, los recortes de derechos y libertades, así como la instauración de la pobreza, la miseria y el terror.
Llamamos la atención sobre la frase: "Los fascistas del futuro no van a tener aquel estereotipo de Hitler o Mussolini. No van a tener aquel gesto duro militar. Van a ser hombres hablando de aquello que la mayoría quiere oír. Sobre bondad, familia, buenas costumbres, religión y ética. En esa hora va a surgir el nuevo demonio, y pocos van a percibir que la historia se está repitiendo".
Derechos a la vez reconocidos en la Constitución del 78 y que los palmeros del liberalismo y el depredador capitalismo nunca mencionan e incumplen sistemáticamente cuando gobiernan, diciendo defender un texto que les sirve como escudo para el embelesamiento social con la única referencia a la unidad del España, mención utilizada siempre para ir contra el pueblo.
Por todo ello, Las Marchas de la Dignidad de la Región Murciana llamamos a la lucha y la acción en la defensa de los derechos de las personas, que los poderes económicos y políticos se niegan a reconocer y aplicar, tomando la Declaración Universal de los Derechos Humanos y sus desarrollos posteriores como bandera.
