¿A qué edad empiezan los niños a dudar sobre los Reyes? ¿Cómo suele pasar? ¿Cómo podemos detectar y gestionar esas primeras dudas? Hay niños que ya saben que los Reyes son los padres, pero que siguen fingiendo creer en ellos. ¿Por qué? ¿Es sólo por miedo a no tener regalos o es algo que va más allá? Hoy en día es más fácil que los niños descubran que los Reyes son los padres porque ahora tienen acceso a las nuevas tecnologías. Pero algunos de ellos, como decimos, ignoran las señales que les llegan a través de estos medios. ¿Por qué?

En algunos casos, puede ser una decepción muy grande descubrir que los Reyes son los padres. Laura Valenzuela, psicóloga de Mundopsicologos, nos explica por qué y nos deja unos tips para gestionarla.

¿A qué edad los niños empiezan a dudar sobre los Reyes? ¿Cómo suele pasar?

"No hay una edad exacta en la que los niños descubren quiénes son los Reyes Magos, pero se sitúa alrededor de los 9 y los 11 años ya que en esa edad los niños empiezan a desarrollar su capacidad de razonamiento. Alrededor de los 7 u 8 años empiezan a tener dudas ya que alrededor de esta edad se desarrolla el pensamiento abstracto. Pero no se puede establecer una edad exacta ya que la velocidad de madurez de los niños está condicionada por muchos factores como por ejemplo, el entorno, la educación recibida, el carácter… Las dudas normalmente empiezan por los inputs que reciben del entorno, muchos niños y niñas empiezan a generar dudas cuando otros amigos comentan sus dudas con ellos o incluso, les afirman que los Reyes son los padres", explica la psicóloga Laura Valenzuela.

Cómo detectar las primeras dudas y cómo gestionarlas "Normalmente los niños y niñas preguntan, una vez hayan empezado hacer preguntas y a plantear dudas sobre la cuestión, es labor de los padres conocer en qué punto de madurez está su hijo, con el fin de poder decidir si está preparado o no para conocer la verdad.

En el momento que se decide contarles la verdad, es importante ser lo más natural posible, muchos padres deciden contar la verdad ya que saben que si no se lo dicen ellos, lo empezarán a escuchar de su entorno, a través de los amigos, y de esta manera resultaría más traumático.

No hay una "fórmula infalible" para tener esta conversación con los niños, pero es muy importante resolver todas sus dudas cuando se aborde el tema y sobre todo hacerles entender que, esto no quiere decir que debamos perder la ilusión por la Navidad", dice la psicóloga.

Hay niños que ya saben que los Reyes son los padres, pero que siguen fingiendo creer en ellos. ¿Por qué? "Cuando los niños empiezan a dudar o incluso lo saben, fingen creer en ellos, normal ¿no? Llevan años recibiendo regalos y cuando lo descubren hacen una asociación muy clara de ideas: mientras no lo sabía, me hacían regalos, si ahora lo sé ¿seguiré recibiendo regalos? Es una duda completamente razonable y más si no hemos tenido esta conversación con ellos. Los padres intentan hacer ver que no saben que su hijo lo sabe, para evitar la conversación, por lo tanto, los niños evitan decirlo por si acaso fingen no saberlo. Realmente es una actitud que les han enseñado sus propios padres, ellos fingen durante años la existencia de los Reyes Magos, entonces "sigamos con el juego", porque la realidad es que a nadie le amarga un dulce, y a un niño menos", sigue Valenzuela.

Hoy en día es más fácil que los niños lo descubran por tener acceso a las nuevas tecnologías

"Hoy en día los niños y niñas saben más sobre todo, las redes sociales, internet… el acceso en general a las nuevas tecnologías, les hace estar mucho más informados sobre muchos más temas. El acceso de los niños y niñas a internet es un arma de doble filo, ¿Están más informados o desinformados? ¿Hacemos los adultos una revisión correcta del acceso que tienen a internet? ¿Hacemos los adultos un consumo responsable de las nuevas tecnologías? ¿Somos los adultos un buen referente en este aspecto para los niños? Las dudas que genera el acceso a internet de los niños son innumerables. Respecto al tema que nos ocupa, ahora los niños tienen más herramientas para resolver sus dudas y reciben muchas más señales de la verdad sobre los Reyes Magos. Durante un tiempo los niños pueden ignorar todas estas señales ya que su capacidad de razonamiento se está desarrollando, pero llega un momento que son completamente conscientes de la veracidad de esas señales.

¿Cuál es la labor de los padres y madres? Revisar el uso que hacen sus hijos de internet, restringir el acceso a temas delicados, hablar con sus hijos e hijas cuando tengan dudas, sobre este tema y cualquier otro, la información que les podemos dar los adultos es mucho más fiable, veraz y tranquilizadora que cualquier otra información que puedan recibir del exterior", declara Laura Valenzuela.

Puede ser una decepción muy grande descubrir que los Reyes son los padres. Tips para gestionarla

"Ante el descubrimiento de la noticia los niños y niñas pueden reaccionar de distintas formas. Por un lado, se pueden enfadar y tienen derecho a hacerlo, pueden sentirse engañados por sus propios padres, porque así ha sido. Diferentes psicólogos señalan que conocer la verdad sobre los Reyes Magos no genera en los niños y niñas ningún tipo de trauma ni rencor a largo plazo. Pero en un primer momento sí que pueden sentir esa decepción, incluso enfado, pero con el tiempo y con la madurez comprenderán el porqué de mantener esta "mentira". Por otro lado, pueden aceptar la noticia y seguir con la misma ilusión que tenían antes", concluye la psicóloga Laura Valenzuela.

¿Cómo podemos conseguir esto?

En cuanto los niños y niñas empiecen a tener dudas y a preguntar, digamos la verdad. De una forma u otra se enterarán, porque ya tienen dudas al respecto, por lo tanto, es mucho mejor que reciban la información por parte de sus padres

Ten una conversación tranquila y sincera al respecto, responde todas sus dudas y pregúntale sobre sus sentimientos y emociones al recibir la noticia

Explícale que eso no quiere decir que debamos perder la ilusión por la Navidad

Si tu hijo o hija se siente decepcionado, intenta entender su situación, acompáñalo durante el proceso de aceptación e intenta hacerle ver que la ilusión es algo que no nace de los Reyes Magos, sino que la ilusión nace de nosotros mismos, y que por lo tanto, podemos mantenerla para siempre.