¿Es la luna un satélite artificial? nº 3

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¿Es la luna un satélite artificial? nº 3

VIENE DE UN CAPÍTULO PREVIO.

DATOS Y CITAS.

Cortesía de Jiménez del Oso.

En realidad sabemos tan poco de La Luna, que muy bien pueden ser validas algunas hipótesis como la de estos dos astrónomos. En primer lugar hay que tener en cuenta que dado el tamaño de nuestro planeta, no debería corresponderle ninguna luna, o a lo sumo una luna mucho más pequeña de unos cincuenta kilómetros de diámetro. Sin embargo en torno a la Tierra está girando un gigante de 3473 kilómetros de diámetro. Incluso el sistema Tierra Luna podría ser considerado como un sistema planetario doble. Habría quizá tres posibilidades para tratar de explicar la existencia de la Luna:

La primera seria la posibilidad de que la masa de la Luna por una serie de condiciones se hubiera desprendido de la Tierra y se hubiera puesto en órbita. Esta es una hipótesis que dio en 1880 el hijo de Darwin, el célebre antropólogo, que fue valida durante unos decenios. Pero hoy en día por lo que sabemos de la dinámica del universo ya no es explicable.

La segunda posibilidad sería que la Luna y la Tierra procedan de la misma nube de polvo cósmico y se condensara en dos masas.

Pero hay una serie de inconvenientes para aceptar esto: Por una parte está la baja densidad de la Luna que es un sesenta por ciento de la de la Tierra y por otra el material que se ha traído de la Luna, que da una composición no solo muy distinta a la de la Tierra, sino distinta al resto del sistema solar,

Los científicos de la NASA están datando las rocas traídas de la Luna por el Apolo 11 en unos 4.500 millones de años, es decir la misma antigüedad que el sistema solar.

Pero otros científicos están dando a las rocas lunares una antigüedad de 5.000, 7.000 e incluso 12.000 millones de años.

Lo que dejaría claro que la Luna no solo no tiene nada que ver con la Tierra, sino que es ajena a todo el sistema solar y sería por tanto un cuerpo extraño venido de no se sabe qué rincón del universo.

Esta conclusión es avalada por la baja densidad de la Luna, algo que no se da en ningún otro cuerpo del sistema solar. También por la composición, ya que hay abundancia de Uranio 236 y Neptunio 237, elementos que no se encuentran en estado natural en la Tierra, además de otros materiales que no existen en la Tierra.

Por tanto no se podría explicar esta diferencia de  composición, de antigüedad en las rocas y diferencia de densidad, si la Luna y la Tierra procediesen de una misma nube de polvo cósmico.

A pesar que la composición de la luna difiere de la de la Tierra, sin embargo el peso especifico de esos materiales es muy similar al de la Tierra y por tanto la única conclusión a la que se puede llegar, dado su tamaño y por sorprendente que parezca, es que la Luna es en alguna medida hueca.

Entre el material que hay en la superficie de La Luna, dejado por los astronautas, hay varios sismógrafos y estos están recogiendo nuevos datos asombrosos.

Ya que cuando un objeto lo suficientemente pesado impacta en la Luna, las hondas no son amortiguadas como cabría esperar, sino que la Luna está vibrando durante horas. 

La imagen típica de la Luna viene dada por sus cráteres, esas cicatrices que hacen de la Luna la estampa misma de la desolación; pues bien esos cráteres tan conocidos, son a pesar de todo un misterio.

Por todo lo anterior habría que preguntarse porque son tantos, aun teniendo en cuenta que en la Luna no hay  atmosfera y los impactos de meteoros llegan sin merma a la superficie. En la Tierra apenas hay tres o cuatro cráteres de gran tamaño, pero en la Luna hay cientos, muchos de los cuales hablan de meteoritos de millones de toneladas y tienen más de cien kilómetros de diámetro.

A los que debería corresponderles una profundidad de 20 ó 25 kilómetros, sin embargo estos solo tienen 4 ó 4, 5 kilómetros a lo sumo. Y además los fondos de estos siguen la curvatura de la superficie de la Luna y no tienen una superficie cóncava como cabría esperar.

Si la Luna no se formó dentro del sistema solar debemos pensar que llego de fuera. Pero entonces tampoco encaja el hecho de que de haber sido así, ¿porque la Luna no compensó su inercia con la atracción de la Tierra de la misma forma en que lo hacen el resto de satélites?

La órbita de la Luna sobre la tierra es un círculo perfecto y además es estacionaria, lo que significa que siempre nos presenta la misma cara.

Esta órbita circular es extraña teniendo en cuenta que el centro de la masa lunar está una milla más cercana a la tierra que a su centro geométrico y esto debería provocar una órbita inestable y tambaleante. 

¿Es la luna un satélite artificial? nº 3 - 1, Foto 1
¿Es la luna un satélite artificial? nº 3 - 2, Foto 2
¿Es la luna un satélite artificial? nº 3 - 3, Foto 3
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