Es habitual que en todos los mercados existan algunos instrumentos que tienen un peso muy destacado en cómo se comporta el resto del mercado, pero en el caso de las criptomonedas esta influencia se concentra en tan sólo dos activos; bitcoin y ethereum, no en balde ambas criptomonedas suponen bastante más del cincuenta por ciento del valor de todas las criptomonedas, y la tercera por cotización, que de momento es cardano, supone apenas una cuarta parte de la capitalización de ethereum, que a su vez no llega a ser ni la mitad de la capitalización de bitcoin.

Dos locomotoras tirando del mercado

Aunque la primera criptomoneda en nacer fue bitcoin y todavía conserva un peso enorme en el mercado de las criptomonedas es indudable que la inversión en ethereum está cobrando cada vez más importancia (quizás incluso en mercados OTC como el del trading con criptomonedas en los que tan importante es predecir la tendencia como cuidarse de los riesgos del apalancamiento) hasta tal punto que algunos analistas ya hablan de un sorpasso a bitcoin, que a pesar de que no parece que vaya a darse en el corto plazo no es ni mucho menos descartable, ya que si ethereum crece como los más optimistas esperan que lo haga puede llegar a tener a la criptomoneda de Nakamoto a tiro de piedra.

Pero independientemente de cuál sea la criptomoneda más valiosa, y sin desdeñar la importancia de que sea ethereum o bitcoin, al fin y al cabo tienen sus diferencias técnicas, lo cierto es que es un mercado que todavía se encuentra en una fase de desarrollo temprano, y por lo tanto su liquidez es baja en comparación con otros mercados, lo cual hace que sean más susceptibles de ser manipulados por movimientos de unos pocos miles de millones de dólares, así que poder manipular una de las dos locomotoras (preferiblemente bitcoin, ya que puede tener más influencia en las demás criptomonedas) supone tener una influencia enorme en el resto de criptomonedas.

Las diferencias de bitcoin y ethereum

Y es que a pesar de ser las favoritas de los inversores (al fin y al cabo se puede medir el grado de interés que despiertan en base al dinero que atraen) ambas criptomonedas son sustancialmente distintas.

En primer lugar bitcoin es finita y ethereum infinita, de tal modo que nunca existirán más de veintiún millones de bitcoins y sin embargo la masa monetaria de ethereum puede crecer sin medida, lo cual puede jugar en favor de bitcoin si esta criptomoneda aspira a convertirse en una especie de reserva de valor, como si de una especie de oro digital se tratase.

Por otro lado ethereum utiliza la prueba de participación para sus validaciones, mientras que bitcoin utiliza la prueba de trabajo para sus validaciones, teniendo la primera prueba diversas ventajas sobre la segunda, siendo las siguientes algunas de las más destacadas;

-Mayor eficiencia energética; dado el elevado coste económico de la energía, y el elevado coste que tiene para el planeta, un consumo energético menor puede ser una ventaja definitiva para una criptomoneda, y en este caso la prueba de participación de ethereum puede llegar a marcar la diferencia.

-Posibilidad de minar bloques con un hardware más modesto. Uno de los efectos colaterales de la minería de criptomonedas ha sido la de hacer crecer en paralelo el precio de las tarjetas gráficas, algo que se agrava cada vez que hay algún tipo de crisis en el sudeste asiático, dado que muchos componentes informáticos proceden de países como Taiwán, así que poder utilizar hardware desactualizado es una gran ventaja a la hora de minar ethereum.

-Por último cabe destacar la descentralización que propicia la prueba de participación, algo muy importante si se tiene en cuenta que es esa descentralización una de las características más atractivas de las criptomonedas, o al menos lo era en sus inicios.

El próximo periodo alcista puede ser decisivo en el equilibrio de poder del mercado de las criptomonedas, aunque si se cumplen las expectativas más optimistas para bitcoin, la capitalización total de esta criptomoneda puede superar el billón y medio de dólares, algo que obligaría a ethereum a multiplicar su valor por cuatro para poder superarla, lo cual no es precisamente poco.