Los delincuentes continúan engañando de maneras más elaboradas a los ciudadanos desde cualquier parte del mundo. La alerta de la Guardia Civil sobre dos nuevas estafas a las que debemos estar atentos: la estafa de la llamada perdida y el lazo libanés. 

La primera es una estrategia en la que los timadores dejan una llamada perdida a través de un número desde un prefijo extranjero. Su objetivo es que devuelvas la llamada, si lo consiguen se hacen con tu dinero.

El modo de operar de estos estafadores es muy peculiar. Los timadores efectúan llamadas de un solo tono a los ciudadanos, sin dejar margen a las víctimas para que tengan el tiempo suficiente de contestar y levantar el teléfono, tal y como explican los agentes.

Cuando los afectados se encuentran con la llamada perdida de un número desconocido y, si por curiosidad, devuelven la llamada para saber quién se ha puesto en contacto con ellos, la llamada pasa por una centralita con una tarificación muy elevada, de la que los timadores se llevan un porcentaje. 

La Guardia Civil alerta que es importante comprobar el prefijo antes de devolver la llamada. En caso de que sea alguno de estos cuatro, los agentes lanzan una advertencia a través de las redes sociales para no contestar ni devolver llamadas: prefijo 355 (Albania), 225 (Costa de Marfil), 233 (Ghana) y 234 (Nigeria).

La Guardia Civil alerta sobre el lazo libanés

La segunda estafa de la que nos alerta la Guardia Civil se denomina el lazo libanés. El modus operandi es también muy característico, ya que los timadores eligen cajeros automáticos usados por turistas o personas de otra nacionalidad que acuden para sacar dinero a última hora del día.

¿Cómo funciona el lazo libanés?

Consiste en colocar una ranura falsa para la tarjeta y que esta quede atrapada en el cajero. Esta trampa es elaborada con papel de radiografías oscuro, con un color semejante al del plástico del cajero. Este mecanismo atasca las tarjetas y mediante una cámara los ladrones ven el número pin de la tarjeta.

En el momento que la víctima se aleja del cajero para notificar de la incidencia o marcharse, momento en el que el ladrón se acerca al cajero y retira la tarjeta.

Algunas formas de detectar si el cajero ha sido manipulado y evitar caer en el lazo libanés

En primer lugar, hay que comprobar si el teclado está fijo y ocultar con una mano los dígitos del PIN. Otra solución consiste en introducir la tarjeta y volver a sacarla antes de efectuar la operación, para tener garantías de que podrás retirarla de nuevo después.

En caso de que la tarjeta quede atrapada, la Guardia Civil y la Policía recomiendan que se revise la ranura, en algunos casos es posible extraerla. Aun así, se debe llamar al 062 para informar del suceso hasta que acudan las autoridades sin abandonar el lugar.