El pasado 27 de julio se solicitó en la Oficina Española de Patentes y Marcas la marca "X" por un tercero con exactamente el mismo logotipo que el usado por la red social de Elon Musk ¿Es lícita esta solicitud? ¿Qué recorrido tiene esa solicitud de marca?

Existen una serie de gestiones y pasos a seguir dentro del proceso de creación de una empresa. Uno de los trámites más importantes a la hora de constituir una compañía es el registro de la marca, que le da una protección importante a la identidad comercial de la empresa en relación con terceros, y facilita realizar su actividad de una manera diferenciada.

La inscripción de la marca se transforma, así, en una herramienta estratégica destinada a asegurar la integridad y la reputación de la compañía. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen varias circunstancias que podrían invalidar una marca registrada, como el concepto de "mala fe".

En el ámbito del registro de una marca, se produce la "mala fe" cuando una persona ha llevado a cabo acciones fraudulentas o de ética profesional cuestionable al momento de solicitar el registro de su marca en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).

Si bien la ley no ofrece una definición ni establece criterios para discernir cuándo ha habido actuación de mala fe, la doctrina sí señala una serie de señales aceptadas mayoritariamente, que son las siguientes:

• Si se es consciente de que un tercero está usando un símbolo idéntico o similar.
• Si el símbolo que se pretende registrar ya ha obtenido cierto reconocimiento.
• Si el propósito es que un tercero continúe empleando el símbolo.
• En realidad, no se tiene la intención genuina de emplear la marca que se está inscribiendo.
• El registro de la marca se efectúa para evitar que la competencia la comercialice ahora o en el futuro.
• No hay una justificación comercial en la presentación de la solicitud de registro.

 

En este caso se cumplen diversos criterios o señales aceptados por la lista anterior como prácticas de mala fe. Por lo tanto, considero que la solicitud recibida en la oficina de Patentes y Marcas se trata de un caso de oportunismo, ya que Twitter está a la orden del día por su nueva identidad, con un nuevo logo y una nueva marca. Mucha gente quiere aprovechar la situación para sacar tajada, pero pienso que este registro de marca no será aceptado y nunca se llegará a llevar a cabo.

Además hay muchas marcas "X" ya registradas en España. ¿Podría entonces Musk tener un problema con el uso de la marca X en España?

Sí, Musk podría verse en la situación de no poder registrar la nueva marca, X. La posibilidad de que la marca no pueda ser registrada plantea la necesidad de tomar medidas legales con anticipación para garantizar el éxito del lanzamiento de una nueva marca. No basta con simplemente presentar la solicitud de registro, sino que es esencial asegurarse de que no haya oposiciones de terceros antes de seguir adelante.

A la vista está que el proceso de rebranding de Twitter no ha sido completamente fluido. Da la sensación que Musk ha ido solucionando problemas a medida que se los ha encontrado. Desde una perspectiva legal, la situación que rodea la nueva marca es confusa.

A nivel teórico, una marca es un símbolo que identifica y distingue los productos o servicios de una empresa en el mercado. El proceso de registro ofrece varias opciones, como el registro denominativo (nombre de la marca), el registro mixto (nombre con símbolo) y el registro gráfico (logotipo). Sin embargo, en este caso particular, las opciones son limitadas debido a las similitudes presentes. El nuevo logotipo de Twitter, que toma la forma de una "X mayúscula matemática doble" de Unicode, es un símbolo genérico que ha estado en circulación desde hace décadas.

El titular de una marca registrada obtiene el derecho exclusivo de uso en el mercado y puede evitar que terceros utilicen marcas similares para productos o servicios idénticos o similares. Aquí radica el desafío: las similitudes existentes y la falta de distintividad de la marca X, aun con una tipografía accesible para todo el mundo por un costo relativamente bajo. Una búsqueda en bases de datos de marcas registradas revela numerosos resultados con esta identificación, lo que aumenta el riesgo de confusión. A medida que las similitudes aumentan, las posibilidades de registro disminuyen. Lo mismo le pasó a Meta, la empresa de Zuckerberg, que se vio envuelta en complicados procesos legales tras su cambio de nombre.

En el caso de la marca X, la situación es paralela, con múltiples marcas similares ya existentes en el sector. Microsoft, por ejemplo, ya tiene registrada la marca "X" en relación con Xbox desde 2003, mientras que Meta obtuvo su propia marca que incluye una letra "X" en 2019. Parece plausible que la red social de Musk enfrente demandas legales si no se aborda adecuadamente la estrategia de registro de marca. La presencia de marcas similares en el mismo sector indica posibles oposiciones de terceros y, si Musk logra el registro, la protección otorgada podría ser limitada.

¿Es oportunista la solicitud de esta marca por un tercero? Si existe la mala fe, ¿se le da curso a la solicitud? ¿Twitter puede tener problemas con esta marca?

Auguro poco viaje a ese registro de marca, que además es figurativo y no está concedido. Desde hace años, registrar marcas con 4 caracteres o menos se ha convertido en una odisea y teniendo en cuenta la amplificación de actividades que plantea el nuevo Twitter, va a obligar ampliar las clases de niza registradas y por tanto, aumentar la dificultad del registro a todos los niveles y en todos los países.

Por otra parte, queda el tema del reconocimiento de la marca. La gente (al menos durante un tiempo) seguirá llamando Twitter a X, en parte porque la pronunciación de X es más complicada y diversa y en parte porque Twitter tiene un gran peso y legado que harán complicado un cambio en las percepciones marcarias.

Si Twitter deja de usar Twitter para su red social y dentro de un tiempo quiere volver a usarlo, se podría encontrar con la caducidad del registro de su antigua marca. Eso plantea un escenario en el que al menos por protección del legado de la anterior marca, sea aconsejable valorar el seguir utilizando Twitter en otros elementos marcarios (aunque no sean la red social) para proteger el registro actual.