Rincones de Totana. Calle General Aznar

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Rincones de Totana. Calle General Aznar

Cuando Totana decidió nominar una calle en honor al general que la amó, quiso reposar definitivamente en ella y logró para ella el título de ciudad, el general Ángel Aznar y Butigieg, quiso que fuera una significativa, no arrinconar su memoria en una calle perdida y decidieron los munícipes dar su nombre a la llamada calle Cartagena.

Debía indudablemente su nombre al hecho de ser la salida de Totana hacia Cartagena y el mar, naciente en el mismo centro social, religioso y político de la ciudad, pues la plaza principal con los consiguientes cambios de nombre en función de las situaciones políticas se trazó en el cruce de los tres caminos, los de Murcia, Cartagena y Lorca, y en ese centro urbano nace la calle del General Aznar.

Se inicia junto a la fuente de la Plaza, la maravilla barroca que debemos al totanero Silvestre Martínez Teruel y la llamada Casa de las Contribuciones siendo su principio muy adecuado para el comercio como se puede apreciar por los establecimientos que en ella existen, así como entidades de ahorro y bares, incluida la mítica Fonda Mariquita.

Discurre en dirección descendiente encontrando a su izquierda el soberbio edificio del colegio de La Milagrosa y la fachada neobarroca de la iglesia de la Concepción, con una explanada rodeada de grandes maceteros florales que alegran la vista del viandante y hace de este espacio un lugar agradable para los juegos de los niños y el arrullo de los amantes.

Se ensancha frente a donde debía estar el edificio más antiguo e importante de Totana, la Encomienda de la Orden de Santiago, lamentablemente derruido para erigir nuevas edificaciones, naciendo allí la llamada calle de la Encomienda.

En ese mismo sentido podemos encontrar una placita en un nivel inferior al de la calle en la que vemos los ancianos pinos que ajardinaron la casa de doña Carmen Parra Garrigues.

En su último tramo encontramos diferentes tiendas, algunas de ellas regentadas por personas de importación. Es el tramo más ancho de la calle situándose en la izquierda algunas de las edificaciones que sobreviven de las llamadas Casas Baratas.

Rinde tributo la calle General Aznar en la Plaza del Príncipe de Asturias, rotonda de entrada desde Cartagena y sobre el túnel que permite el paso de vehículos por el Desvío, con un estupendo grupo escultórico que saluda a los visitantes que entran de esa carretera con el escudo de la ciudad escoltado por dos bellas damas que dan guardia a la enseña de Totana, obra del genial escultor Anastasio Martínez Valcárcel.

Pero como la gente de Totana es así, denominó a ese espacio como Rotonda de La Turra, tomando el nombre del lamentablemente desaparecido Bar la Turra, razón por la cual es escasamente conocido su nombre real.

En esta calle abrió sus puertas hace treinta y cinco años aproximadamente un supermercado llamado Híper Totana y en las compras por cada mil pesetas daban un número para una rifa que se celebraba los viernes a las ocho de la tarde, teniendo en cuenta que había de estar presente el ganador en el acto del sorteo. Era un verdadero espectáculo ver aquella acera totalmente llena de señoras a la espera de que saliera el número que les daba derecho a llevarse una cesta llena de productos por un valor de unas cinco mil pesetas.

Esta es la semblanza de una calle plena de vida, alegre en el que todavía los vecinos se conocen por sus nombres o apodos y algunos aún se sientan al atardecer a liar la hebra a la puerta de sus casas en la amplia acera.

Rincones de Totana. Calle General Aznar - 1, Foto 1
Ángel Aznar y Butigieg, Foto 2
Ángel Aznar y Butigieg
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