Al igual que ya comenté en los artículos publicados en este medio sobre buscadores, en España, tenemos una Google-dependencia mucho más alta que el resto de países top que hay a nuestro alrededor como es el caso de EEUU (48,1%), Alemania (50,66%) o Francia (59,48%). Prueba de ello es que somos el país que más utiliza Google Chrome de los ya nombrados con diferencia (71,25%), un 23% más que EEUU que es el país de donde procede dicho navegador. Esto es algo que nos debe de comenzar a llamar la atención. ¿Por qué tanta dependencia de nuestro país a sus servicios?
Me gustaría que los lectores de este medio, a través de los artículos que estoy publicando estos días, se dé cuenta de cuan dependientes nos estamos volviendo a según qué empresas y servicios. Como siempre, y en todos los aspectos de la vida, es mejor diversificar y no poner todos los huevos en el mismo cesto.
La mayoría de vosotros, además de Google Chrome, es muy probable que conozcáis Mozilla Firefox, del cual ya escribí un artículo la semana pasada, Safari, Ópera o Edge. No obstante, en esta ocasión os voy a presentar “Brave” un navegador basado en Chromium que está orientado hacia la privacidad. Para aquellos que “Chromium” les suene mucho a Google Chrome, están en lo cierto. Éste, es la base de Chrome pero “degooglelizada”, es decir, posee la misma estructura, formato y vista que Chrome pero al cuál le han extraído la parte de rastreo y aquella que atenta contra tu privacidad. A fin de cuentas, se podría entender como un Google Chrome “limpio de espías”.
Uno de sus puntos fuertes es que bloquea anuncios y rastreadores mientras navegas por internet, lo cual es muy útil y beneficioso para nuestra privacidad. En resumidas cuentas, Brave, cuenta con un escudo digital que impide que las distintas webs te rastreen mientras las visitas.
Otro aspecto destacable, que se desprende de la ventaja anterior, es que al bloquear anuncios y rastreadores, notarás que tu conexión a internet es mucho más veloz ya que no tiene que andar cargando código y más código malicioso que lo único que hace es rastrear nuestros pasos y ralentizar nuestra velocidad de conexión.
Además, tenemos un añadido de privacidad que muchos otros navegadores no poseen como es, la pestaña en incógnito con Tor. Esta funcionalidad no solo permite esconder tu historial de navegación frente a otros usuarios de tu ordenador sino que también conseguimos que nuestra ubicación esté oculta para los sitios que visitas ya que tus datos se enrutan y cifran por varios servidores hasta llegar a su destino.
Una opción que ofrece este navegador llamada “Brave rewards”, para aquellos que no les importe ver anuncios que respetan tu privacidad, es la de ganar “tokens”. Mediante estos, podrás apoyar a los creadores web que tú prefieras así como, en breve, también servirá para acceder a contenidos premium, tarjetas de regalo y mucho más.
En definitiva y, a modo de resumen, la privacidad en nuestras comunicaciones cada vez que navegamos por internet debe de ser una prioridad para todos y cada uno de nosotros. Es momento de que las vendas de los ojos se caigan y podamos volver a tomar el control de nuestra información antes de que sea demasiado tarde. Para ello, es muy necesario comenzar a dar pequeños pasos en este sentido. Uno de ellos, es utilizar navegadores más orientados a tu privacidad como pueda ser Firefox, Brave o Tor. Está en nuestra mano no perder el tren que ya muchos países de Europa y el mundo han comenzado en pos de una mayor privacidad online. ¿Despertamos?
